viernes, 21 de mayo de 2010

Receta para la Enchilada Completa: Salario Mínimo Global para todos.

Testimonos: Blog: El Comentario Político Económico.

Por Cipriano Barreto Mendoza

Cuando a un migrante se le pregunta: ¿Por qué se va de su país? La respuesta es simple: Porque no hay empleos y los disponibles, pagan una miseria.
La solución, entonces, sería crear esos empleos y a su vez, que la retribución no sea de hambre. ¿Por qué no se crean empleos, cuándo media población carece de lo más elemental? Para mantener la mano de obra (calificada o no) no solo barata, sino regalada para subsidiar, en extremo, a las transnacionales.
¿Por qué se pagan sueldos y salarios de hambre? Para que los consorcios tengan ganancias extremas e insultantes y se concentre la riqueza en unos cuantos e impida la competencia y que nuevos emprendedores presionen a los monopolios públicos y privados.
Frenar y revertir la concentración del Ingreso, sería la MADRE de todas las Reformas Estructurales. No hacerlo, conduce a que el MONOPOLIO de la riqueza (20% acapara el 70% del PIB) por unos cuantos (110 potentados y/o 500 familias) frene la competitividad y la participación creativa y productiva de miles de nuevos emprendedores (empresarios) y que cientos de ellos, con Pymes ya establecidas, sean congelados y/o cancelados, por el bajo poder adquisitivo del consumidor.
Para frenar y revertir, el monopolio de la riqueza y por tanto del Poder Político, no sólo del Económico, es fundamental que se cumpla el mandato constitucional, del Salario Mínimo. Es decir, que la retribución no sólo sea para sobrevivir (malvivir, sería más correcto) sino que se pueda adquirir lo básico, lo secundario y algo de lo más común y cotidiano, pero que forma parte del diario vivir.
El MONOPOLIO de la riqueza en unos cuantos, ha impedido que el Mercado Interno se desarrolle, pues este depende de que la Pymes, que son las que proporcionan el 80% del empleo, puedan crecer. Si los trabajadores no cuentan con un Salario Mínimo Constitucional (SMC) las Pymes que proporcionan servicios o productos de segunda o tercera necesidad, se estancan o mueren, precisamente porque su mercado potencial y natural, no tiene capacidad de compra.
No se trata de repartir dinero ni de echar a andar la máquina de los billetes.
Se trata de repartir mejor la riqueza y de cumplir, después de casi 100 años de no hacerlo, el mandato de la Carta Magna. Los recursos existen, pero se concentran en unas cuantas manos y firmas. Hay que corregir esto, hoy, hoy, hoy.
La reforma que urge, es la de empoderar económicamente al trabajador para que deje de ser un elector clientelar o subsidiado y se convierta en un ciudadano de pies a cabeza, con voz y voto pero, fundamentalmente, con independencia económica por contar con el Salario Mínimo Constitucional (SMC).
Este SMC equivaldría a un Salario Mínimo Global (SMG) que acotaría el chantaje del Congreso de los EUA, sobre la aprobación o no, de un Acuerdo Migratorio, la llamada Enchilada Completa por el sexenio foxista y que, hay que decirlo, buscan que otros resuelvan un problema que básicamente nos corresponde a nosotros aunque, por supuesto, este problema de la migración indocumentada, RESPONDE a la DIVISION DEL TRABAJO impuesta por el capitalismo mundial y que, al margen de otros factores, encadena a nuestro país, a ser el proveedor de mano de obra y de materias primas baratas y de ser posible, regaladas.
Por este Plan Hegemónico, nuestro país no crea los empleos que necesitamos, ni paga los SMC, ni aplica un SMG que frene, substancialmente, la migración. El tutelaje, el colonialismo capitalista, desde hace 200 años ha condenado a los países a ser, por siempre, tercermundistas por decreto unilateral de los EUA y las transnacionales.
Esta situación se ha intensificado con el neoliberalismo, es decir, por el fundamentalismo extremo, del capitalismo que, por la tecnología y la robotización; la eternización de la jornada laboral de 8 horas diarias; la mediatización de las masas y de la inteligencia; el control mediático de la Derecha más retrograda sobre la clase política y el desplome, momentáneo, del socialismo cómo una alternativa social, política y económica, han favorecido que la ideología del capitalismo salvaje, esté dominando el entorno global.
El mito de que “el mercado se puede auto regular” y de que el Poder del Estado sale sobrando o que lo debe controlar el Dios del Mercado, han acentuado las penurias y las injusticias contra los migrantes.
Las posibilidades de empleo, que no existen aquí, tampoco se dan allá. Los mejores salarios que antes se encontraban del otro lado, cada vez son menos o están desapareciendo por la inflación galopante, pero que se rasura, oficialmente, para justificar los “aumentos” salariales de hambre, aquí y allá.
La receta para cocinar una enchilada completa:
Frenar y revertir la Concentración del Ingreso.
Otorgar Salarios Mínimos Constitucionales (SMC)
Fijar un Salario Mínimo Global (SMG) que puede ser igual o mayor al SMC.
Reducir la jornada de trabajo a 5 o 6 horas diarias.
Terminar con el rasurado (oficial) de la inflación.
Así como se buscan Precios Internacionales de los comodities, se debe aprobar un Salario Mínimo para el Migrante que puede ser igual o mayor al Global (SMG) y que no debe ser menor a la mitad del Salario Mínimo de la Potencia Vecina o Circundante.
El Salario Mínimo Constitucional en México, debe ser entre 4 y 6 dólares/hora suponiendo que el de EUA sea de 8 USD/h y el SMM esté de 6 a 8 USD/h. En porcentajes: México 50ª75%; EUA 100%, SMM 75 a 100%.
La Ultra derecha imperante, arroja al Mundo a un Oscurantismo en pleno Siglo XXI, culpando a las prestaciones y pensiones a los trabajadores, como responsables de las crisis globales, cuándo la verdad está en la desbocada especulación de la riqueza concentrada en unos cuantos.