lunes, 17 de mayo de 2010

Oscurantismo del Siglo XXI: Ultra Derecha vs Derechos Humanos

Testimonos: Blog. El Comentario Político Económico

Por Cipriano Barreto Mendoza

Es lamentable que mentes privilegiadas y ante tantas evidencias, de la criminalidad genocida del capitalismo salvaje, insistan en defender los ataques del neoliberalismo contra los Derechos Humanos, representados en las prestaciones mínimas que tienen algunos trabajadores en el mundo.
Estas conquistas no están generalizadas, sino que son logros de segmentos muy localizados y muy menores de la clase laboral. Sin embargo, estas prestaciones son satanizadas y prácticamente se les hace responsables del endeudamiento tanto de las personas, familias e incluso, de los países.
Estas mentes inteligentes no desconocen la extrema realidad y sin embargo persisten e insisten en responsabilizar a los Derechos Humanos, que muy lentamente, avanzaban en el Mundo en la última década del siglo pasado al mismo tiempo que, dos o tres décadas atrás, por las crisis de deuda en Latinoamérica, se congelaron los salarios mientras se dispararon los precios de los Bienes, Productos y Servicios, llegando incluso, a buscar y lograr Precios Internacionales en los consumos masivos controlados por las transnacionales.
Estas dos medidas extremas, fueron recomendadas por la Banca Mundial y el FMI, para que los pueblos pagaran sus préstamos, no para resolver las deudas de Democracia y Justicia Social, que los gobiernos mantienen con sus gobernados. La misma Banca sirvió por un lado para otorgar préstamos para el desarrollo mientras que a su vez, recibía los capitales fugados o producto de la corrupción y la evasión fiscal.
Este doble papel de la Banca y del FMI, garantizaba que los pueblos terminarían sin desarrollo económico pero si con una deuda impagable. La quiebra de solvencia estaba más que anunciada y los sectores nacionalistas y democráticos debieron de hacer más que denuncias del complot en contra del Estado de Bienestar a que aspiraban, según sus programas y estatutos partidistas.
Las crisis de deuda que golpearon a Latinoamérica (México, Brasil, Argentina, etc.) se ensañaron con los trabajadores y la incipiente clase media que, en lugar de mejorar, empeoró su situación. Los Tratados de Libre Comercio, desplomaron el Empleo y los trabajos bien pagados.
Esta situación se inició en los países industrializados, pues los empleos con fuerte valor agregado, emigraron a los países con salarios, de diez a quince veces menores. Junto con estos trabajos calificados desaparecieron miles de indirectos. Poblaciones enteras se convirtieron en áreas fantasmas.
Las posibilidades de alcanzar el Estado de Bienestar, en los países tercermundistas, se hizo más improbable. Los países ricos perdieron poder adquisitivo al emigrar sus trabajos mejor pagados y de alto valor agregado. Las naciones que recibieron estos empleos bien remunerados allá, aquí están pagando la décima parte y continúan bajando y bajando.
Las prestaciones no se pueden calificar como abusivas, en su mayoría, ni que la jubilación a los 65 años sea para vivir “como reyes”, cuándo los más, reciben mil o mil quinientos pesos al mes. Las pensiones diferenciadas, aún en los trabajadores federales, no alcanzan para vivir como tales.
Estas generalizaciones de los especialistas, que satanizan las prestaciones, lo hacen con una connotación clasista y discriminatoria pues no cuestionan la altísima concentración de la riqueza (20% acapara el 70% del PIB) y que unos cientos de potentados, manejen y manipulen la mitad de la riqueza nacional.
Estas mentes privilegiadas, para nada cuestionan que la Banca especule con riquezas virtuales que vende a financieros manipuladores que con tal de enriquecerse, todavía más, jueguen con el futuro y los sueños de millones de seres humanos. Las Deudas de los pueblos son causadas por la desmedida ambición y codicia de unos cuantos miles de privilegiados que, si viven como reyes, a costa de esclavizar y convertir al resto del Mundo en parias en medio de la riqueza extrema, insultante e impune.
Los genios financieros pretenden desconocer que, los préstamos no se pueden liquidar, si el poder de pago se mantiene congelado, aunque la realidad es que va en picada constante y permanentemente. Mientras los precios tienden a alcanzar los internacionales que imponen las transnacionales, los sueldos y salarios son sujetos a la cadena, mental y mítica, de que son inflacionarios si crecen, mientras que las alzas de Bienes, productos y servicios, aumenten lo que aumenten, no lo son. ¡Qué Chulada!
En resumen, este siglo XXI, en lugar de que augure que el Estado de Bienestar está al alcance de la mano, los hechos presagian una era de oscurantismo reaccionario y ultraderechista que va, con todo, contra las prestaciones más elementales, mínimas e insuficientes que algunos analistas, califican de insultantes e inmerecidas. ¡Con esta mentalidad no nos extrañemos que la Santa Inquisición se instaure para quemar vivos, a los que demanden que los Derechos Humanos se respeten y cumplan!