lunes, 12 de octubre de 2009

Inepto...hablando de orejas

Presidente de la ineptitud, liquida a Sindicato imitador

Presidente de la ineptitud cancela a Sindicato imitador
Por Cipriano Barreto Mendoza en Testimonos
La satanización del Sindicato Mexicano de Electricista (SME) tuvo como desenlace la liquidación de esta organización laboral que no es mejor ni peor que muchas (por no decir todas) de nuestras instituciones que rigen y controlan muchas de las actividades políticas, económicas y sociales de nuestro país.
Todos o la mayoría de los argumentos esgrimidos en su contra, por la campaña golpeadora del “gobierno” de Calderón tienen un sustento, lamentablemente, real pero que desgraciadamente no es de ahora, ni de este organismo sino de un buen número de sus pares en todos los ámbitos del tejido social, producto del autoritarismo patrimonialista de nuestro Sistema Político Mexicano.
La conducta priísta se ha continuado a través de las generaciones y de los distintos partidos políticos al extremo de que sea prácticamente imposible distinguir los elementos de derecha, izquierda o de centro en cuanto a ideología y menos aún, diferenciar las conductas de honestidad, pulcritud y transparencia de nuestras principales autoridades.
Esta generalización va para aquellos personajes que tienen más de 40 años y no queremos cerrar la posibilidad, de que las jóvenes generaciones no sigan los pasos de las que los precedieron y cuando les toque relevarnos, tengan mejores voluntades y nuevas actitudes para conducir y dirigir este País.
La mayoría de los argumentos en contra del SME, son aplicables a este desastre de gobierno calderonista que no tiene cara o no debería de tener cara para hablar de la ineptitud-paja en el ojo ajeno, teniendo la ineptitud-viga, en el propio.
En sentido estricto, es mucho peor la incapacidad de este gobierno de “cuates” que la que ventanean del SME, por la capacidad de destrucción masiva que tienen las instituciones oficiales, frente al limitado poder de desastre que tiene o tenía la cúpula del sindicato. En otros Testimonos hemos insistido en la enorme diferencia que existe entre un crimen cometido en la cima de la pirámide de Poder y el que se da en la sima de la base o en niveles intermedios. Aunque el delito sea semejante, los daños y las consecuencias son muy diferentes, Veamos por qué lo decimos:
La incapacidad en el SME, puede causar que se le tenga que subsidiar con 40 mmp al año pero la incapacidad del gobierno de Calderón causará una caída de menos 7% en el PIB, “superando” el desastre de Zedillo en el 95. Los altos salarios que devengan los trabajadores electricistas son infinitamente inferiores a los sueldos de los más de mil Directores Adjuntos que este desgobierno premió con cien mil o ciento cuarenta mil pesos mensuales y no se diga de las prestaciones, viáticos, celulares, vehículos y guaruras que recibieron con el puesto… de parte de Calderón, y con cargo a los contribuyentes: Usted y yo.
Los electricistas reciben subsidios por 40 mil millones de pesos al año, pero Calderón gastó más de l00 mil millones de pesos, cada año, de la Renta Petrolera, en gasto corriente, en emplear a egresados de Universidades privadas sin experiencia y/o ocupando a cuates de partido, parientes y aliados electorales.
Es verdad que el SME resulta oneroso para nuestra economía pero qué tan onerosos, nos costarán a todos los mexicanos, los diagnósticos fallidos de que la crisis global: “sólo nos daría un catarrito, de que estábamos blindados y de que la superaríamos con medidas anticíclicas” que se anunciaron, pero que nunca se aplicaron, ni se aplicarán, cómo diría Don Teofilito.
Si vamos a deshacernos de todos los ineficientes y onerosos, estoy seguro que Calderón y su mafia de “cuates” no serían los últimos de la lista sino los que la encabezarán.

domingo, 4 de octubre de 2009

Creación de empleos sólo los harán las Pymes. “Inversiones”



Por: Cipriano Barreto Mendoza


Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del Mundo, a propósito del Decálogo de Calderón, señaló que no se crearan empleos con estas medidas recaudatorias del gobierno federal que, en lugar de recortar los dispendios y el despilfarro de sus secretarías, pretende conservarlos a costa de gravar a los ciudadanos con nuevos impuestos.
Estos gravámenes los pretendió disfrazar, catalogándolos de “impuestos contra la pobreza”, menospreciando la inteligencia de la sociedad y considerando que la mayoría tiene un chícharo como cerebro, creyendo el gobierno que todo el mundo tiene la capacidad mental de que hace gala el inquilino de palacio federal y su gabinete de “cuates”.
En México está muy extendida la idea de que las grandes inversiones son las creadoras de empleos pero la realidad es que son las que menos crecen en este rubro por la tecnología, la automatización y la robotización. El cuento de que nuestros gobernadores y los funcionarios viajan al exterior para “atraer inversiones” y “la creación de empleos” es una tomadura de pelo, a sabiendas de que no es así. Los gobernantes salen al exterior a “turistear”, a gastarse nuestros impuestos sin ningún provecho evidente.
Las hacedoras de empleos en todo el mundo, pero en particular en los países desarrollados, son las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que proporcionan el 70 u 80% de los empleos pero para ello, el trabajador medio, debe recibir un salario que no solo alcance para medio comer, sino qué, debe cubrir las necesidades elementales, los gastos secundarios y terciarios y hasta un gasto superfluo de vez en cuando. Esto, en México, sería contar con un salario mínimo constitucional (SMC).
El problema de que no crezca el mercado interno es un “compló” internacional, pues el FMI promueve que haya precios internacionales en los bienes y servicios que proporcionan la IP y el gobierno pero mantienen los sueldos y salarios de la mayoría de la población por abajo, en decenas de veces, de los países desarrollados. En otras palabras, los sueldos y salarios, en los países “emergentes” constituyen un instrumento eficaz de coloniaje laboral.
Los salarios de miseria, en nuestros países, sirven a los intereses de los imperios modernos, a la dictadura del mercado, que por este medio impiden que crezca el mercado interno, que se creen los empleos que necesitamos, que el gobierno recaude más impuestos y que los utilice de manera inteligente y responsable, no de la forma dispendiosa y torpe, con que lo hace actualmente.
Los salarios mínimos por encima de las necesidades básicas, no es un invento ideológico, sólo de los socialistas o comunistas sino que fue hecho realidad por el liberalismo en los EUA y que imitaron los países europeos después de finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Estos salarios mínimos “altos“, no fueron contrarrestados por el disparo de los precios en los bienes y servicios ofertados y prestados por la IP y el gobierno, sino que se mantuvieron estables (80’s) hasta que hizo su aparición el neoliberalismo y la dictadura del mercado que golpeó con una inflación desbordada de la clase política y empresarial, que de esta manera, arrebataron las conquistas de los trabajadores y de la sociedad en general, reduciendo el salario mínimo a lo que hoy tenemos y que para ocultar este desplome de los ingresos de la mayoría, se entregaron a pasto, las tarjetas de plástico, cómo si fueran ingresos frescos.
Los salarios mínimos “suficientes” (constitucionales en México) más allá de cubrir o medio cubrir lo básico (cómo ocurre en los países “emergentes”) tienen la enorme virtud de alentar a la creación de las Pymes, quiénes a su vez, disparan la creación de empleos ( a pesar de los salarios mínimos “altos” que tendrían que cubrir) lo cuál permite que el gobierno recaude más impuestos para financiar el gasto público.
Los presupuestos gubernamentales, igual que los empresariales y familiares, no pueden ser para alentar el despilfarro, sino para detonar el desarrollo y la producción útil. En México, desgraciadamente existe una cultura hacia lo primero, particularmente en el gobierno, quién lo utiliza para pagar favores de campaña, de amistad o de parentesco.
La renta petrolera, prácticamente se utilizó para gasto corriente e improductivo, de todas las autoridades y de todos los partidos políticos. La cultura del derroche se ha impuesto en toda la sociedad mexicana, sin tomar en cuenta la máxima de Justo Sierra de que “no se puede gozar de lo superfluo, mientras haya quién carezca de lo indispensable”.
Esta idea fue arrojada a la basura por los gobiernos neoliberales (de todos los colores) quiénes olvidan la deuda que tienen con los indígenas (500 años) y con los trabajadores
(40 años) en proporcionar un desarrollo social y una mejora económica.
Para llegar a ella, se tiene que pasar por una mejora salarial que esté más cerca de los EUA, la mitad sería un buen comienzo y no que la distancia se mida en varias veces, nuestro salario (15) respecto al salario de nuestros vecinos.
Mantener la distancia actual entre un ingreso y otro, no tiene que ver con la productividad y la estructura económica, sino con la extensión de un imperialismo y un coloniaje, que se quiere disfrazar con una relación laboral ¡qué es simplemente una esclavitud asalariada!
Esto lo podemos ilustrar con el comparativo de que, para adquirir un IPOD en México se tiene que trabajar 95 horas, mientras que en los EUA bastarían, 9 horas.
En otras palabras, trabajar un año en EUA, con salario mínimo equivale a laboral 15 años en nuestro país, con el ingreso mínimo.

sábado, 3 de octubre de 2009

Demandas olvidadas...

Recetas para salvar al Mundo y dar de comer a la Gente

Por: Cipriano Barreto Mendoza


La crisis global, es consecuencia de que no se está cuidando al ser humano ni respetando al Planeta. Al ser humano no se le están dando las oportunidades que el desarrollo del conocimiento puede dar y al Planeta no se le respeta las limitaciones que la Naturaleza le imponen y que todos los sistemas político económicos deberían acatar.
El galopante desempleo, por dar un ejemplo, es el resultado de no disminuir la jornada de trabajo de ocho horas diarias, que tiene una antigüedad de más de 100 años y que a estas alturas del desarrollo de la ciencia y la tecnología, debería estar por menos de 30 horas a la semana, lo cuál permitiría que en las industrias en vez de 3 turnos de 8 horas, hubiera 4 de 6 horas ampliando de golpe, la cuarta parte de la plantilla laboral.
En México, si actualmente existen l2 millones registrados en el IMSS, la cuarta parte, es decir 3 millones podrían sumarse a la plantilla laboral con la jornada de 6 horas al día.
Estas cifras no son exactas, pues no todas las empresas tienen tres turnos, pero al reducirse la jornada, se abre la posibilidad de turnos de medio tiempo para estudiantes, amas de casa, personas de la tercera edad, etc.
La reducción de la jornada laboral es una receta para crear empleos, pero también para que los trabajadores cuenten con un poder adquisitivo, que cubra sus necesidades básicas pero y que también alcance para satisfactores de segunda y tercera y, de vez en cuando, hasta para un pequeño lujo y/o disfrute.
El pagar salarios constitucionales, sería un círculo virtuoso pues éstos han demostrado en los EUA y en los países desarrollados que los salarios que no son de hambre, hacen que cada trabajador se convierta en un polo de desarrollo que crea empleos a sus alrededor.
Las Pymes son las que orbitan y prestan servicios a los trabajadores, que cuentan con recursos suficientes que, a su vez, dan vida a las pequeñas y medianas empresas y estas proporcionan el 70 u 80% de los empleos en los países ricos.

Los salarios constitucionales deben salir de las utilidades de las empresas o de las ganancias de los empresarios, pues durante 100 años, han mantenido las jornadas de 8 horas diarias, cuándo bien podrían haberlas disminuido a 5 o 6.
La concentración de la riqueza en los países, por las cifras, son una demostración de que el capitalismo depredador ha logrado sobre ponerse a la democracia y al bienestar de la sociedad, manteniendo de muy distintas maneras, un feudalismo o una servidumbre disfrazada por un salario que, por su insuficiencia, se convierte en una cadena de dependencia.
Mejorar los salarios, substancialmente, no significa regalar dinero sino repartir mejor la riqueza generada. Así como se ha perpetuado la jornada de 8 horas diarias, también se ha perpetuado la mala costumbre de aumentar la porción del pastel que se llevan los empresarios y los políticos sin mayor "explicación" que el poder de REPRESIÓN y decisión, que mantienen y que se sobrepone a la sociedad, mediante la “justificación” que dan los políticos y los académicos, pero que no tienen un sustento real.
Así cómo se debió disminuir la jornada laboral, también se debió repartir mejor la riqueza y no permitir que cada vez una minoría se quede con la mayor parte.
El gobierno y la clase política y no se diga, la LABORAL, debieron frenar la Concentración del Ingreso, mediante LEYES que proporcionen una MEJOR CALIDAD de vida para todos, empezando por supuesto, con los sectores más rezagados.

La mejora salarial debe de darse repartiendo buena parte de las “ganancias” de los grandes empresarios, no mediante expropiaciones sino AJUSTANDO las reglas, YA NO para favorecer a los ricos como ha ocurrido hasta el momento, sino INVIRTIENDO las recetas que han perpetuado las injusticias del pasado, con distintos y “modernos” pretextos.
La crisis actual no se ha dado por los "altos" salarios de los trabajadores en los países ricos, sino porque la INFLACIÓN les ha socavado ese MARGEN VIRTUOSO y los ha equiparado con los ingresos, SIEMPRE DISMINUIDOS Y ACELERADAMENTE DEPRECIADOS, en los últimos 40 años por la DICTADURA DEL MERCADO.
El capitalismo salvaje del NEOLIBERALISMO, HA MINADO EL BIENESTAR DE SUS COMPATRIOTAS, como lo ha hecho abiertamente en los países emergentes, PERPETUANDO la esclavitud y la servidumbre, con “derechos” laborales que son todo, menos verdaderas conquistas. Son eslabones de nuevas cadenas que no queremos admitir y menos reconocer pese, a que son una obviedad.

El Planeta también requiere que se le trate de distinta manera a como se le ha explotado pues el crecimiento ha sido en contra de natura y no a favor de ella.
La Naturaleza de un momento a otro puede cobrarnos toda la violencia ejercida contra ella.
La receta para revertir estos daños, esperando que no sea demasiado tarde, está en fomentar el consumismo pero no el material y compulsivo, sino un consumismo ecologista y menos material y menos chatarra.

Los LÍMITES AL CRECIMIENTO, deben ser en buena parte en lo MATERIAL, sobre todo si el consumo agrede al habitat y al ser humano.
Debemos recordar que el 80% de lo que se produce, no mejora el desarrollo ni de uno ni otro y sí los daña de forma irreversible y con un tremendo costo económico para el presupuesto de los pueblos.

El consumismo debe de ser para mejorar al ser humano y su entorno. Debe encaminarse hacia un futuro ecológico, humano y económicamente sustentable.
¿Tendremos la suficiente inteligencia para RETROCEDER, sobre nuestros abusivos y autodestructivos pasos?