viernes, 10 de diciembre de 2010

México es rico.

México es rico, pero con pésima distribución de la riqueza.
Creación de empleos y salarios con poder adquisitivo, la clave.
Educación no tanto, según gráficas de OCDE y conclusiones de PISA.
Testimonos. Blog. Un futuro, con futuro, para México.
Por Cipriano Barreto Mendoza.
Lo políticamente correcto, es decir que la ampliación y mejoramiento de la educación, daría como resultado la ampliación y mejoramiento de la clase media, particularmente la baja y muy baja. Esto era cierto hace 40 o 50 años.
La tecnología y la robotización, han dejado esto en el pasado, salvo en países con niveles de desarrollo muy atrasado. En éstos, la movilización social depende de una educación media aunque, sin demasiada especialización.
Henry Ford, a finales del siglo XIX y principios del XX, demostró en la práctica que una persona sin educación, pero hábil manualmente, podría desempeñar las tareas rutinarias y mecánicas, en su línea de ensamblaje automotriz.
Ford, fue un fascista en varios aspectos. Era un anti sindicalista, racista y machista pero muy pragmático y ante la necesidad (los anglosajones estaban movilizados por las guerras) de incorporar la mano de obra de negros y mujeres en sus plantas, lo hizo, aún siendo analfabetos funcionales. Lo que no cambió de inmediato, fue su anti sindicalismo.
Lo que si revolucionó, fue la idea de mejorar el salario, (lo duplicó) y crear empleos al por mayor, con su línea de ensamble y la producción masiva.
Desde los años 20´s, para la inmensa mayoría de los empleos se utilizaron trabajadores manuales, más que intelectuales, aunque por supuesto, estos son indispensables e insustituibles, para mejorar la tecnología e incrementar la robotización.
La proporción sería: Diez intelectuales por cada 90 manuales (1 a 9). A pesar de ello, los primeros sólo ganaban el doble, que los segundos. Así que podríamos decir que unos y otros eran clase media.
Actualmente, la diferenciación salarial es enorme. Un trabajador de base (manual) con un director (intelectual) está separado por un abismo en cuanto a ingresos. Un empleado de salario mínimo gana 57 pesos diarios y un diputado CIEN veces más: Cinco mil pesos diarios.
A lo que queremos llegar es: Para fortalecer la creación y permanencia de la clase media es necesario:
Frenar y revertir la concentración del ingreso. (20% acapara 70% del PIB)
Salarios Mínimos Constitucionales, por la mitad o dos terceras partes del SM de EUA. (4 a 6 USD/hora).
Creación de empleos de forma masiva. En un principio las empresas serán en la fabricación de productos de uso común y cotidiano, sin mayores complicaciones técnicas y/o mecánicas.
La generación de alimentos, productos y servicios básicos, serían un buen principio. No requieren una educación formal (por el momento) ni especialización, pero si una gran dedicación y vocación.
Los recursos pueden salir del pago del rescate bancario del Fobaproa-IPAB, cancelándolo por causa de utilidad pública. El 6% del PIB, representa 60 mil mdd, anualmente, que se ha entregado durante 14 años a los usureros de la banca, en vez de haberlos enjuiciado por los tejes manejes financieros, en que incurrieron.
En México hay 2,400 municipios y poblados que pueden recibir apoyos para sacarlos de la postración y miseria e incorporarlos a un desarrollo primario en poco tiempo. Un sexenio máximo.
Estos municipios y poblados, recibirán una educación práctica y real, en y con el desarrollo económico y material de su comunidad y los hará más receptivos a la educación formal en las aulas: Primero hay que tener un bienestar mínimo material para que el bienestar intelectual pueda desarrollarse.
Las dos gráficas que se presentan, apoyan este planteamiento. Tanto el de la OCDE como el de PISA.
México está mejor evaluado, en este último, que muchos países, incluyendo a EUA, España y varios europeos.
No lo está tanto, respecto a la OCDE, por los bajísimos ingresos tanto del empleo formal e informal.
El hecho de que, uno y otro, prácticamente estén igualados en número, indica que con sólo implementar la propuesta de Seguridad Social Universal (SSU) de Santiago Levy, terminaría por equipararlos.
El SSU necesitaría del 2 al 3% del PIB para ponerse en marcha y “sólo” bastaría la cancelación del rescate bancario, que se canalizaría para dotar a cada mexicano, por el sólo hecho de serlo, de 5 seguros: Médico, accidente, desempleo, pensión y defunción.
Se podría objetar que, del Fobaproa-IPAB, pretendo hacer una varita mágica y resolver todo, pero no es así. El 6% del PIB, es una cantidad finita. Tiene un límite. Pero alcanzaría para financiar el desarrollo elemental, incipiente si se quiere, pero sin el cual, no se avanzaría en la educación formal, de las aulas.
De hecho, el desarrollo de 2,400 ciudades y pueblos depende, y mucho, de la propuesta Levy de Seguridad social Universal. Cinco seguros, para cada mexicano, generaría empleos de poca especialización y muy alta, en una proporción de 10 a uno.
La SSU, a su vez, para su implementación necesitará miles de empleos primarios, que no requieren una capacitación muy elaborada y especializada. Cualquier persona puede hacerlo y lo hará bien, y más que bien, si a cambio recibe un pago formal y no sólo, subsidios, ayudas y limosnas de los programas asistenciales de la IP y/o gubernamentales.
Este proyecto, devolverá la dignidad a los pobres-pobres y clasemedieros-pobres.
Sabrán que no habrá retroceso ni caídas.
Que el futuro es hacia arriba y no habrá más estancamiento y/o desplome.
Aunque otros, o uno mismo, lo pretenda.
Una clase media universal, sería la meta.
Por lo pronto.