sábado, 12 de junio de 2010

Precios Móviles y Movilidad Salarial.

Movilidad Salarial para evitar Crisis de Deuda Global.
Dogma Neoliberal: Precios Internacionales, NO son inflacionarios; Salarios, Sí.

Testimonos: Blog. El Comentario Político Económico.

Por Cipriano Barreto Mendoza.

Entre los muchos dogmas y mitos neoliberales, están los que se refieren al aumento de los precios en los productos y servicios que maquilan, producen y comercializan los monopolios transnacionales y “del país”. Para éstos, sus alzas no son inflacionarias.
En contraste, si los trabajadores demandan incrementos salariales, para compensar la inflación no reconocida, entonces los grandes empresarios GRITAN su negativa, porque “desatarán la inflación”.
Para las cúpulas, los sueldos y salarios NO se pueden fijar por decreto, cómo un acto de autoridad pero, sus alzas y aumentos de precios en los productos y servicios y muy particularmente, en los commodities (mercancías de alto consumo) SI los pueden imponer y decretar sin más ni más.
Un decreto del capitalismo salvaje (dogma) es su exigencia y global cumplimiento, de que los precios de los combustibles (gasolina, diesel, etc.) SEAN INTERNACIONALES, es decir, que sin importar el nivel de vida en cada país, TODOS deben pagar un precio mundial IMPUESTO por sus monopolios.
Pero, si se intenta negociar una movilidad salarial mundial, las transnacionales pegan el grito en el cielo.
Lo justo sería que se aplicara el mismo criterio en uno y otro caso, pero para la globalización depredadora, ellos pueden imponer los absurdos económicos más extremos, sin que los pueblos puedan reclamar una justa correspondencia.
Decimos una JUSTA CORRESPONDENCIA, porque aun cuando se aumentaran los salarios, este incremento debería ser suficiente para adquirir los mismos productos y servicios ANTES y DESPUÉS del cambio, por lo mínimo, aunque lo correcto sería que fuese CON una mejora en cantidad y/o calidad. O ambas.
Las mejoras tecnológicas, la creciente maquinación y robotización, permiten esto y más pero la depredación capitalista no quiere reconocer este hecho y exige más productividad y mantiene la jornada de 8 horas diarias desde hace cien años, cuando podría reducirla hasta 4 horas al día, multiplicando el número de empleos en la medida de su reducción. Por poner un ejemplo: en las lugar de tres turnos de ocho, podría haber seis (6) de cuatro horas. Por supuesto, con Salarios Mínimos Constitucionales (SMC).
¿Pero qué es lo que ocurre desde hace 30 o 40 años? Que no sólo no se logra una ventaja sino que el poder de compra, cada vez se desploma con la bendición de la clase política, de TODOS los colores.
Los sueldos y salarios de los trabajadores, no sólo NO se incrementan, sino que se CONGELAN, mientras que día con día cientos de productos y servicios se disparan con TODA impunidad.
Este desfase, hace que el trabajador cada vez cuente con menos Poder de Compra, pero el Sistema para evitar la politización y movilización por demandas salariales, utiliza dos mecanismos para mediatizar el descontento social: Expedir Tarjetas de Plástico y/o “facilitar” la contratación de préstamos.
Esta “solución” bancaria, lo que hace es que, tanto las personas como los países, contraigan compromisos que, a la corta o a la larga, generen una Crisis de Deuda. Y que cuando esta se dé, los “gobiernos”, para evitar daños mayores, recurran a los trágicamente famosos, rescates financieros, a cuenta de la sociedad, pero particularmente de los más pobres, incluso de los que nunca han pisado un banco.
Todo este desastre (desmadre) se pudo haber evitado con la movilidad salarial que compensara la inflación no reconocida y ADEMÁS que dejara un superávit para mejorar el Poder Adquisitivo del Consumidor.
Pero el Neoliberalismo fiel a sus Mitos, Dogmas y demás Endejadas (que no lo son tanto, pues los bancos ganan de todas, todas) insiste y persiste en crear todo este lío monumental y global por así convenir, ¡Y vaya que así es, a sus insanos intereses!
¿Hasta cuándo vamos a seguir su maldito y endeudador juego?