viernes, 27 de mayo de 2011

Calderón insiste.

Calderón insiste en ponerse la soga al cuello.
Moral, es un árbol que da moras.
Autoridad moral: Funcionario que se las come.
Testimonos. Blog. Un futuro, con futuro, para el Mundo.
Por Cipriano Barreto Mendoza.
Calderón, es persistente y cada semana, aporta municiones verbales a los opositores a su guerra personal contra la inseguridad.
En una reunión con la comunidad española, reconoce y acepta la descomposición de las instituciones encargadas de la seguridad pública y de la procuración de justicia.
Por esa razón, no debería haberse lanzado a esa tarea (guerra) sin contar con unas instituciones a prueba de corrupción y de escuchar el canto de otras “$irena$”. Sin embargo.
Le puso oídos sordos a sus propios argumentos de porque los emigrantes no confían en las autoridades del Servicio Nacional de Migración. (SNM).
Lo que dijo ante los españoles, del personal migratorio, a su cargo, no es una novedad. Es una realidad que existe como Usos y Costumbres de esa dependencia oficial y, lamentablemente, de todas las instituciones encargadas de la seguridad y de la procuración de Justicia.
Esto no es de hace un año, ni dos. Por lo menos desde el nacimiento del propio Calderón, tenemos este lastre y no tenemos constancia de que, el hoy presidente, haya hecho algo para remediarlo.
Seguramente, porque estaba más ocupado en abrirse paso en la política partidista.
Tampoco hizo mucho, cuando llegó al cargo presidencial, pues otorgó a la presidenta vitalicia del SNTE, como pago electoral, el puesto de secretario ejecutivo de la coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a un cargador de portafolio (y ex candidato a la presidencia de la república) de la líder magisterial.
Tuvieron que pasar casi dos años y la tragedia del secuestro y asesinato de Fernando Martí, para que Calderón reuniera a toda la República gubernamental, en una “Cumbre” de seguridad.
En ésta, el empresario Alejandro Martí, padre de la víctima reclamó a las autoridades, el “hacer nada” por la Seguridad y les dijo: “Señores, sí creen que la vara está muy alta, Sí no pueden, ¡Renuncien!”
También se cuestionó a sí mismo y a la sociedad, por dejar pasar y hacer a la delincuencia y a la corrupción. Responsabilizándose de la muerte de su hijo, por no haber actuado antes, contra la IMPUNIDAD.
En esa Reunión por la Seguridad y la Justicia, se leyeron los buenos propósitos y deseos, para alcanzarlos.
El lector de tales objetivos, fue el supuesto secretario ejecutivo que, a los pocos días, renunció al cargo PORQUE Calderón nombró un secretario técnico (OPERATIVO) del mismo sistema.
CALDERÓN NO SE ATREVIÓ A PEDIRLE LA RENUNCIA A LA LÍDER “GORDILLO” DE SU CARGA PORTAFOLIOS PERSONAL.
ASÍ QUE NOMBRA A OTRA CABEZA EJECUTIVA, pues la primera, EN CASI DOS AÑOS, FUE UN DESASTRE FRENTE A LA DELINCUENCIA.
El combate al crimen, debe empezar por contar con instituciones confiables, NO infiltradas o siendo parte del problema que se pretende resolver.
La declaración de guerra, fue un intento de dar un golpe espectacular al estilo Salinas.
Un “Quinazo” que le diera “legitimidad” a él, NO seguridad a los mexicanos.
Tampoco Calderón intenta proporcionar Justicia a los ciudadanos. Pues ésta.
NO está sólo, en barandillas o tribunales, ni con policías o vigilantes, SINO en TODA y en cualquier actividad de los mexicanos.
Limpiar las instituciones es y debe ser, la tarea primaria y hacerse con el ejemplo personal y de su primer equipo.
Un dicho mexicano señala que ¡la palabra mueve, pero el ejemplo, arrastra!
El No proponer o aceptar: contar todos los votos, en todas las casillas.
Fue una muestra de su concepto personal sobre la legalidad y la justicia.
El tener en su círculo principal a un funcionario-apoderado que firmaba contratos familiares con la empresa estatal que dirigía, es un ejemplo clásico de delincuencia permitida y tolerada en la cúpula, a los compinches y compadres.
La impunidad para los cuates, no es un método para combatir la corrupción, SINO.
Para fomentar TODO lo contrario.
Aunque Calderón no lo crea.
Con esos botones de muestra: tráfico de influencias, conflicto de intereses, colusión, corrupción y delincuencia organizada en el equipo de primer nivel de la Presidencia de la República.
No puedes exigir a otros, NI SIQUIERA, mantener limpio, el frente de tu hogar.
Menos enfrentar a delincuentes armados y desalmados. ENTONCES:
¿Cómo tiene cara, para censurar a policías y funcionarios por coludirse con otros delincuentes, pero sin placa?
No se puede exigir a otros, lo que no se exige para SÍ.
No reclamas manos limpias, a otros, subordinados o no, sí el cuerpo entero, lo tienes manchado.
Así, no puedes declarar la guerra a OTROS delincuentes. PERO.
Algunos creen que moral, es un árbol que da moras. Y QUE.
Autoridad moral, es un funcionario que se las come.