martes, 23 de noviembre de 2010

Reglas y regulaciones.

Reglas y regulaciones en toda actividad humana.
Teoría y práctica, de ellas, tiene dos caras.
Fin del Estado, cuando el Hombre no sea el lobo del hombre.

Testimonos: Blog. Un Futuro, con Futuro, para México. 

Por Cipriano Barreto Mendoza.

Las reglas y regulaciones, son inevitables. Su ausencia y su proliferación, son peligrosas. Las reglas y las regulaciones, deben ser exactas en toda actividad humana, para que no la frenen pero también, para que no se cometan abusos.
Desde los juegos infantiles, hasta los tecnológicos, tienen sus reglas y regulaciones. La simpleza de los primeros, permite descubrir al que hace trampa o la programación interna, de los segundos, lo impide.
En actividades más complejas, esto ya no posible. En el juego de cartas, sólo un experto tahúr, puede descubrir al tahúr.
En los casinos y máquinas de juego, existe una ley de probabilidades que favorece a la “casa” y que va en contra del jugador. Esto cuando no se han “arreglado” los aparatos. Esto lo sabe la mayoría, pero juegan “voluntariamente”, con las reglas del negocio y se saben perdedores de antemano.
Con las reglas y regulaciones, se busca que cualquiera que participe, tenga las mismas oportunidades a su favor o en contra (50 a 50). Esta es la teoría.
Lamentablemente, en nuestras sociedades existen individuos y/o grupos, que por distintos motivos y pretextos, buscan ganar siempre y dejar las pérdidas a otros. Esta es la práctica.
Para salirse con la suya, estos individuos y/o grupos, buscan cambiar o fijar las reglas y regulaciones, de tal forma, que no se den cuenta o se responsabilice a otros de la “mala suerte” de los perdedores.
La “regla de oro” de los tramposos, es “ganar con maña” y ADEMÁS, culpar al timado, POR SU "MALA FORTUNA".
En la historia de la humanidad, es natural que la teoría se presente con la cara igualitaria pero en la práctica, lo común es que se quiera tomar ventaja de forma velada o francamente, cínica.
Por esta posibilidad, 50 a 50, es que se necesita la regulación. Sin ella, la humanidad ya hubiera desaparecido.
A nivel de naciones, las reglas y regulaciones, las fija el Estado ya sea por sistemas parlamentarios o del dictador o mandatario. Desde los inicios de la humanidad, estas reglas y regulaciones han sido, en la práctica, para beneficiar velada o cínicamente, a unos cuantos.
La teoría, de que el Estado sea garante de lo opuesto, en la práctica, no se da en todos los casos. Pero esto no es de hoy. También tiene sus orígenes con los primeros seres humanos.
Por supuesto que en teoría, se afirma que son para dar las mismas oportunidades a todos por igual. Y atribuyen, las enormes desigualdades de la sociedad a las diferencias de los individuos cuando, si bien esto es cierto, las disparidades están fijadas por otros intereses de control y dominio: Políticas, económicas, raciales, religiosas, de género, status social, etc.
Estas últimas “clasificaciones”, son completamente arbitrarias y relativas.
Su propósito es dar una justificación teórica, a la desigualdad práctica.
En resumen: Hasta el momento, la historia de la humanidad, ha sido la práctica cotidiana de la explotación del hombre, por el hombre. Encubierta, sin lograrlo, por la teoría, de que las reglas y regulaciones actuales, pretenden lo contrario.
Para acabar con esta contradicción y terminar con la regla y regulación neoliberal (pensamiento único) de que el hombre es el lobo, del hombre, se debe insistir en reglas y regulaciones liberales (pensamiento crítico) que den a todos los seres humanos, las mismas oportunidades para su realización plena y desarrollo personal, pero ¡Ya no! a costa de otros.
El hombre, será Hombre, cuándo la teoría y la práctica sobre la igualdad, sea una realidad cotidiana y no sólo, una excepción.
Sólo entonces, el Estado, las reglas y regulaciones desaparecerán. Sólo entonces.