miércoles, 27 de octubre de 2010

Proletarización de la Clase Media. (III y último)

Proletarización de la Clase Media, con el Neoliberalismo. (III y último)
Arrendatarios más que propietarios, clase medieros de hoy.
Clase Media, Universal, sólo con un Estado de Bienestar.

Testimonos: Blog. Un Futuro, con Futuro, para México.

Por Cipriano Barreto Mendoza

Los investigadores: De la Calle y Rubio, no encontraron peor momento, para afirmar que México es de Clase Media, con porcentajes entre 60 y 80% de la población.
Igualmente sorprende que Macario Schettino, respalde sus afirmaciones cuándo en todo el Mundo capitalista occidental, se están acotando las prestaciones que acompañan y distinguen al clase mediero, de un obrero y/o trabajador.
Una actitud clasista de los trabajadores con altos ingresos (así como un rechazo impuesto por los medios masivos de comunicación, controlados por los monopolios) identificaban la palabra obrero y/o trabajador, con la ilegalidad y lo subversivo.
La clase media fue un arma capitalista de la Lucha de Clases. Los medios masivos difundieron la idea de que un trabajador y/o un obrero que luchaba por sus derechos laborales, era prácticamente un terrorista.
El uso de la protesta callejera o de la huelga en las fábricas, se calificaron como frenos al progreso del país y al desarrollo personal. La lucha sindical y la defensa de los derechos obreros, fueron presentados cómo delitos políticos y económicos, que merecían la pena de muerte.
En algunos Estados de la Unión, e incluso con el apoyo federal, se aprobaron leyes anti obreras y antisindicales, que castigaban con la pena máxima, el pertenecer a un sindicato o distribuir propaganda con las demandas obreras.
El término trabajador y/o obrero, fue satanizado por el capitalismo, por su mención clasista en los textos socialistas. La Lucha de Clases, también fue abolida, por decreto, por los Monopolios.
Para hacer más evidente, la diferencia entre clase media y trabajador, se decretaron salarios altos para la primera y salarios bajos o francamente ilegales, para el segundo.
Así, sin luchar previamente por ello (y para destacar “el generoso corazón patronal, que hacía innecesario el alboroto”), la clase media contó por decreto capitalista, con un amplio Poder Adquisitivo. Ayudado en buena medida, por la baja o nula inflación, contenida por los grandes empresarios pero, principalmente, por la sobre producción fabril.
Alta oferta de productos, reduce sus precios (inflación baja).
Aquí y en anteriores Blogs, señalé que los trabajadores de élite, enajenados por la propaganda antisindical, rechazaron identificarse como tales, por la connotación clasista negativa. También por considerar que los salarios altos, les permitían superar las limitaciones materiales que tenían los obreros.
Los trabajadores, que después de la SGM, podían ser propietarios de una casa y de su vehículo, se auto nombraron clase medieros. Con mayor razón si podían adquirir una casa, con amplio jardín y automóvil a la puerta, en las crecientes zonas suburbanas residenciales.
Precisamente son los investigadores De la Calle y Rubio, quiénes dan cifras de posesión de casas y de autos, para calificar a sus dueños de Clase medieros. Pero son estos datos los que dejan fuera de la posibilidad de que sean reconocidos como tales, por la precaria situación en que están siendo otorgados. Veamos el por qué:
En México, en los setentas, los plazos en que se contrataban las casas y/o departamentos, eran de 10 a 15 años y hoy en 2010, están por 30 o 40 años y en un porcentaje muy semejante, en cuanto a los pagos sobre los ingresos, de 20 a 30%.
Lo cual significa que en los setentas, la posibilidad de convertirse en propietario, era muy alta porque había más estabilidad en los empleos, los salarios eran ascendentes y el tiempo para el pago, representaba un tercio o la mitad de la vida productiva, del adquiriente.
Hoy, en 2010, en lugar de ser un posible propietario, la probabilidad de que sólo sea un alquilador o arrendatario, se duplica o triplica, por los plazos tan largos que cubren toda la vida activa y aun más allá, pero sobre todo, la inestabilidad del empleo y de los ingresos, que están congelados o en caída libre por la inflación real, pero rasurada por el neoliberalismo.
Igual, ocurre con los automóviles. En lugar de ser dueños, están convertidos en arrendadores.
El futuro de los trabajadores en los EUA, después de la SGM, era ascendente, gracias a los altos salarios devengados. Al punto de que fueron estos altos ingresos y el Poder de compra (que permitió la baja inflación real) el “arma secreta” que derrumbó el socialismo de la URSS.
En 2010, todo está a la inversa. La inercia económica del neoliberalismo (el capitalismo salvaje) complota en contra, no sólo de la clase media, sino de todos los derechos y logros, alcanzados por la lucha histórica del liberalismo humano y que está siendo golpeado por el liberalismo del Mercado.
El Siglo XXI, en lugar de augurar que el ser humano, deje de ser el lobo del hombre, el neoliberalismo está regresando las ruedas de la historia y en vez, de que vayamos hacia un estadio clase mediero universal, los seres humanos (salvo una minoría cortesana, al servicio de los Poderes Fácticos) estemos siendo arrojados a la depauperación.
Es decir, que la clase media, en lugar de mantenerse o ascender en ese sitio, se proletariza por la ambición extrema de unos cuántos.
Los investigadores: De la Calle y Rubio en lugar de alertar sobre esta realidad, tratan de adormecer y ocultar estos hechos. Macario Schettino, al apoyarlos, quiere contribuir con el engaño neoliberal.
Luchar por el Estado de Bienestar, es la única manera de hacer realidad, la existencia de una clase media universal. El neoliberalismo y sus promotores, van en su contra. Así de simple y así de complejo.
FIN