viernes, 29 de octubre de 2010

Néstor Kirchner.

Néstor Kirchner y el Caudillismo populista, en América Latina.
Neoliberalismo: Caudillismo Económico, Real y Global.

Testimonos: Blog. Un Futuro, con Futuro, para México.

Por Cipriano Barreto Mendoza.

La muerte física de Néstor Kirchner, ha generado una serie de comentarios a favor y en contra de este personaje, que no sólo es de Argentina sino de toda América Latina y el Caribe o cómo se dice ahora: Universal.
El reconocimiento de su importancia no sólo está, en que le devolvió la dignidad a su país de nacimiento, sino que también un poco de respeto a la Clase Política, tan menospreciada y con justísima razón.
La Clase Política, en su conjunto, no ha respondido a las necesidades de la mayoría y se ha prestado a servir de cortesana de la Clase Económica, también en su conjunto, que ha perpetuado todas las atrocidades económicas que se creían, desaparecidas o más bien que se decían: desaparecidas de la faz de la tierra, por su injusticia manifiesta.
Los Medios Masivos de Comunicación (MMC) con todo su poder, han revitalizado, las formas y maneras de explotar al hombre por el hombre, que se impusieron en la antigüedad a sangre y fuego y que hoy lo siguen haciendo (y conviviendo con aquellas) con la desinformación y el embrutecimiento de los sectores con Poder de decisión y de represión.
La esclavitud en todos sentidos, en la antigüedad, de un ser humano, hoy se sigue dando y respetando por buena parte de los que deberían rechazarla tajantemente, por sus conocimientos académicos. También debería informarse, con toda crudeza, las nuevas formas que se han inventado para disfrazarla:
La esclavitud asalariada es una de ellas, la explotación sexual y la trata de seres humano es otra y hay miles de máscaras legales y oficiales.
Por el contrario. En lugar de clarificar, el lenguaje y la realidad, la maquillamos y la desvirtuamos, deshumanizándonos con ello y convirtiendo, el conocimiento verdadero en una mentira.
Néstor Kirchner, con su muerte ha revivido el tema del caudillismo. Los analistas y especialistas señalarán que lo poco o mucho positivo que haya realizado el personaje, está contaminado por el autoritarismo de su gestión.
Hablarán del populismo antidemocrático en todos los medios (MMC) y que la mezcla del autoritarismo y de lo primero, descalifican los pocos avances de justicia e igualdad del Kirchnerismo.
Callarán, por supuesto, del caudillismo que se da en el orden económico, por los poderes Fácticos Globales, que tienen una sola cabeza y que se llama Neoliberalismo.
Lamentablemente, los analistas no quieren verlo así y sólo hablan del caudillismo personal de los políticos que por excepción, piensan y actúan, en beneficio del ser humano pero, interesadamente, callan el caudillismo de una economía que convierte al Hombre en el lobo del Hombre.
El caudillismo del neoliberalismo. También tiene un solo mito o cuento: El Mercado se puede auto regular y gracias a ello, se “evitan” los daños o los desastres que pudiera ocasionar su libertinaje.
Pero estos no sólo NO se evitan sino que al darse, son más graves y catastróficos, para los que menos tienen.
Esto se calla, se oculta voluntariamente para destacar las perversiones de un caudillismo personal, que vuelve ¿antidemocrático? los pocos y mínimos hechos de justicia económica, política y consecuentemente, social que el dirigente en vida, haya logrado.
Ahora, después de su desaparición física, todas las baterías de los MMC neoliberales, se enfocaran en desmantelar esas conquistas “autoritarias y populistas” que trajeron algo de justicia e igualdad a los olvidados argentinos y con ello, a los olvidados del Mundo.
El caudillismo del mercado salvaje, tratará por todos los medios (MMC) de restaurar el autoritarismo de los Poderes Fácticos.
Este autoritarismo económico caudillista, es el verdadero, real y auténtico.
¡El neoliberalismo seguirá vigente, con un obstáculo menos!
El caudillismo de Néstor Kirchner, es y será, una cortina de humo mediático, para ocultarlo.
Las Casas de Bolsa, dieron un salto de gusto.
La explotación del hombre, por el hombre, sigue vigente. ¡Aleluya!