sábado, 12 de marzo de 2011

Tsunami.

Tsunami, menos catastrófico que, concentración de la riqueza.
Peor que ello, el disparo de la concentración del PIB.
Forbistas (12) acaparan 12 % del Producto de México.
Utilidades narcas, la quinta parte de las “empresariales”.
Testimonos: Blog. Un futuro, con futuro, para México.
Por Cipriano Barreto Mendoza.
El crimen institucional es, varias veces, más dañino que el delincuencial.
Este último, causa víctimas por decenas de miles. El institucional, por miles de miles. Decenas de millones.
Las catástrofes naturales, incluso, suelen ser menores que las institucionales.
El terremoto y posterior tsunami en el Japón, es muy grave en daños materiales y humanos, pero no supera a los ocasionados por la Segunda Guerra Mundial.
Particularmente, el estallido de bombas atómicas, en Hiroshima y Nagasaki.
50 millones de muertos y 50 millones de heridos y mutilados, fue el saldo del capitalismo cristiano vs. Capitalismo cristiano. Capitalismo ateo y cristiano CONTRA capitalismo budista. Etc.
Capitalistas privados contra capitalistas de Estado.
Japón, por su situación geográfica, ha creado una cultura nacional, para evitar, en lo humanamente posible, aminorar los daños por su vulnerabilidad sísmica y/o por tsunamis.
México, por su situación geográfica, está propenso a los daños de un capitalismo hegemónico y particularmente, depredador.
México, sin embargo, ha sido incapaz de iniciar una cultura para protegerse, del Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe.
La vecindad, ha impedido evitar el contagio de que las élites “nacionales” busquen la concentración de la riqueza.
Y que, una vez conseguida, busquen enloquecidos, una mayor concentración genocida y a ésta, una peor.
Los gobiernos y sus instituciones, han sido omisos en crear leyes y en aplicarlas, para evitar que la riqueza se concentre en unos cuantos, a costa y en detrimento de millones de (supuestos) compatriotas.
Se puede argumentar que el sistema capitalista es así y que no puede ir contra su naturaleza.
Se puede señalar que la desigualdad y la injusticia (la violencia inclusive) es “natural” e inevitable en el sistema capitalista. Pero no es así.
En el mundo hay capitalismos más socialmente responsables. Producto de la regulación del Estado.
(Los países escandinavos van en camino de un capitalismo ético, clasemediero, humano, ecológico y sustentable).
El nuestro, raya en el capitalismo esclavista, por los salarios mínimos que son l5 a 20 menores que en los países “ricos”.
Esta extrema diferencia no tiene que ver con la productividad económica, sino que unos cuantos países se atribuyen el “derecho” de acaparar la riqueza (humana y material) de 180 países, a los que califican de “pobres”.
En el Siglo XXI, lo políticamente correcto es, no llamarnos “pobres”, sino “emergentes”.
Este eufemismo es sólo para ocultar y disfrazar la extrema explotación que siguen cometiendo contra los países ricos (en mano de obra y recursos naturales) pero que califican de “pobres” por cuestión de cínica mercadotecnia.
La regla de Oro del capitalismo es afirmar, con docta autoridad, que el ORO (nuestro) no tiene valor pero que, por generosidad, lo cambiara por cuentas de vidrio.
La regla de Plata, es alcanzar la concentración de la riqueza, generada por millones de seres humanos en unos cuantos.
Aunque para ello, se tenga que utilizar la Regla de Piedra, del Hierro, la Cruz, el Plomo y/o el Átomo.
En 2011, esta última regla criminal, tiene un disfraz más sutil, aunque no menos delincuencial.
La concentración de la riqueza en unos cuantos, se logra “gracias” a salarios de hambre, que los sicarios mediáticos y académicos tratan de justificar mediante mitos mágicos.
El capitalismo, tiene varias variantes.
Al buscar “la máxima ganancia, con la mínima inversión”, ha recurrido a la esclavitud personal pero también a la salarial.
Esta última abre todo un abanico de criminalidad. La globalización del capitalismo salvaje, pone en despiadada competencia a 180 países “pobres” por unos empleos que cada vez son menores, en cantidad y calidad, por la tecnología y la robotización.
Hasta antes de la Crisis Global (tsunami mundial) la búsqueda de “la máxima ganancia con la mínima inversión”, había concretado dos bloques de asalariados: Ricos y “pobres”.
Los primeros, con ingresos muy por arriba de la inflación y los “pobres”, a la par o por debajo de ella.
La concentración de la riqueza, provocó que la crisis inmobiliaria y financiera, les arrebatara recursos de subsistencia a los “pobres”, pero la ambición enfermiza de unos cuantos, les está robando bienestar y certeza en el futuro, a los clasemedieros pobres, de los países ricos.
La desintegración de la URSS, les dio alas a los alacranes.
En los países ricos, conviven la esclavitud asalariada y una “libertad” encadenada al crédito y el consumo (libertos).
En ésta, los clasemedieros altos (libertos) también están esclavizados, pero NO por el salario, que está entre bien y mal, remunerado (personalmente, lo calificó de “generoso”) sino que la esclavitud está, por el lado del crédito y el consumo.
Su libertad está hipotecada.
En términos laborales, diría que hay tres esclavitudes: Personal, salarial y de futuro hipotecado.
En todos los países existen los tres, con el dominio de alguno.
En México, la esclavitud salarial, es la dominante y se trata de impulsar al futuro hipotecado.
El Estado no lo conduce la clase política, tampoco los emprendedores, sino una clase empresarial impulsada y fortalecida por el compadrazgo político.
Lo que se ha dado en llamar: Capitalismo de compinches o de “cuates”.
Este NO ES de verdaderos emprendedores, innovadores, sino acaparadores de riqueza, de rentas.
Son concentradores de tributos.
Parte de esos tributos, son las instituciones íconos del Estado.
Los poderes de la República: Ejecutivo, legislativo y judicial están al servicio de los Poderes Fácticos en detrimento de la inmensa mayoría de los mexicanos.
El Estado y la clase política, practicaron (con relativo éxito) un capitalismo de Estado. Hasta el sexenio de JLP (1976-1982) los gobiernos priistas mantuvieron la dualidad de una economía mixta: Estatal-social y privada. Populismo priista
Con la Crisis de deuda (ver Víbora PRIeta) el priismo liberal se transformó en el neoliberalismo (capitalismo salvaje). La clase política fue avasallada por los “empresarios” políticos que, a partir de MMH, instauraron los gobiernos del capitalismo de “cuates”.
La exigencia de los poderes Fácticos, fue la de recibir mayores tributos a costa de las conquistas sindicales y laborales de los trabajadores.
Los Fácticos “nacionales” contaron con el apoyo de los “internacionales”. El FMI y el BM, obligaron a los sexenios priistas (MMH, CSG y EZPL) a la firma de Cartas de Intención, que ponían fin al Estado de Bienestar.
Los salarios fueron congelados y la inflación se desató, al disparar los productos y servicios a los precios internacionales (PI).
Esta pretensión de alcanzar los PI, sin tomar en cuenta el desplome de los salarios y el empleo, FUE PARA OBTENER MAYORES GANANCIAS CON LA MÍNIMA INVERSIÓN.
TAMBIÉN porque los Poderes Fácticos “nacionales” y foráneos, estaban despojando, cada vez más, de los activos económicos y patrimoniales a los auténticos emprendedores capitalistas.
En otras palabras: El capitalismo de “cuates” no sólo despojó a los trabajadores de sus conquistas laborales sino que también lo hizo, con los logros alcanzados por los capitalistas emprendedores (empresarios).
Las crisis de fin de sexenio, fueron producto de este capitalismo de “cuates”. El capitalismo empresarial, fue desplazado por un capitalismo parasitario. Un capitalismo de sanguijuelas.
Unos cuantos: Cien individuos y 500 empresas, acaparaban el 10% del PIB, en 1990.
En 2010: Una docena concentra el 12 % del PIB. Un delincuente organizado sólo tiene una ciento veinticincoava (125ava) parte.
Las ganancias del narco se calculan en 25 mmd anuales. Esta docena de “cuates” concentra 125 mmd.
5 veces, más.
Esta concentración de riqueza, no sólo ha expropiado conquistas y prestaciones a los trabajadores sino que también ha secuestrado los logros y los sueños emprendedores de clasemedieros y capitalistas comprometidos, con la equidad.
La bonanza es de pocos. Muy pocos.
La crisis SI es global.
Está socializada.
La concentración de la riqueza, es un tsunami a la enésima potencia.