miércoles, 16 de marzo de 2011

Tsunami. (3)

Tsunami. (3)
Slim y compañía, sin registrar patentes, son más riquillos que forbistas nipones.
Japón: Capitalismo liberal. Estado de Bienestar mayoritario.
México: Capitalismo neoliberal. Estado de sanguijuelas y de esclavos asalariados.
Japón, de clase media casi universal. México de quinta.
Índice de Desarrollo Humano (IDH) así lo señala.
Testimonos: Blog. Un futuro, con futuro, para México.
Por Cipriano Barreto Mendoza.
La concentración de la riqueza en unos pocos, conduce al estancamiento, a la mediocridad, al subdesarrollo.
Un reparto de la riqueza, necesariamente da mayores oportunidades de crecimiento pero también, lo más importante, de desarrollo.
La tragedia que vive el pueblo japonés por el terremoto, el tsunami y la crisis nuclear, pone en la mira mundial, los daños causados por los desastres naturales pero también, por el genio y estupidez humana.
De esto último, da muestra la ausente inteligencia de los nipones, por construir más de 50 reactores, en una zona ALTAMENTE sísmica.
Japón es el tercer país, después de EUA y Francia, en el empleo de esta tecnología para producir energía.
El primer comparativo con México, es que aquí, sólo existen 2 reactores, en Laguna Verde, Veracruz. En una zona LIGERAMENTE sísmica.
En esto les ganamos a los nipones. Pero.
Después, los hijos del sol naciente, nos barren.
Ambos tienen un sistema capitalista, de mercado, con una participación del Estado como regulador y conductor de la economía. Sin embargo.
Japón es la tercera economía mundial, recientemente desbancada del segundo lugar, por China.
México se mueve entre el 15 y el 20avo lugar.
En el PIB per cápita: Japón es tercero y por PIB en paridad de poder adquisitivo PPA, es cuarto. Gana muy bien, pero el costo de vida, es más alto. México es por PIB per cápita, undécimo y catorceavo en PPA, porque gana menos, pero le rendía un poco más (2007).
Japón: 38,000 USD/h; México: 8,000 USD/h (2007)
Japón PPA/h: 32,500 USD/h; México PPA/h: 14,000 USD/h (2007).
En el Índice de Desarrollo Humano (IDH): Japón es onceavo lugar y México es 56avo.
El Índice de Desarrollo Humano. Significa que tan igualitarios y clase media se es. Japón es mayoritariamente de clase media, México NO lo es, pero por mucho. Japón en el 11 y México en el 56 sitio, nos dice que México es cinco veces MENOS CLASEMEDIERO.
En porcentajes, México sólo cuenta con un 20% de su población, que tiene sus problemas resueltos, desde que nace hasta que muere.
Podríamos decir que ANTES DE NACER, solo uno de cada cinco mexicanos, TIENE EL FUTURO ASEGURADO.
Los japoneses: Nueve de cada diez. PRÁCTICAMENTE, JAPÓN CUENTA CON UNA SOCIEDAD DE CLASE MEDIA, UNIVERSAL.
Por ello, es falso que la población de México, mayoritariamente, sea de clase media. Según de la Calle, Héctor Aguilar y Schettino con 80%.
Esta disparidad se debe a que en México existe un capitalismo de sanguijuelas, neoliberal, mientras que en Japón existe un capitalismo regulado por un Estado que ve por los ciudadanos más que por los compinches y los “cuates”.
Los nipones, impiden la concentración de la riqueza en unos pocos, con salarios “generosos” para la mayoría.
¡Veinte veces mayores que aquí! Pese a ello, allá no hay el desempleo ni la informalidad, nuestra.
La mano de obra allá, es veinte veces más cara y sin embargo existe casi, el pleno empleo. ¿Por qué?
Precisamente por ello. El consumidor con alto Poder de Compra, activa poderosamente el Mercado Interno. Salarios de hambre, como aquí, sólo alcanzan para lo básico y la mayoría de las veces, ni para eso.
Los desocupados, que los hay, también intervienen en el mercado pues existe el seguro de desempleo y cuentan con programas de ocupación temporal con salario medio, pero suficiente.
Paradójicamente, el mercado neoliberal, concentrador de la riqueza, paraliza al mercado liberal. Atenta contra él y los consumidores.
La concentración de la riqueza es la que marca la diferencia: es, antimercado.
En México un solo hombre, Carlos Slim, detenta la riqueza de los primeros 26 japoneses, de la lista de Forbes.
Carlos Slim tiene 74 mmdd y el forbista principal japonés sólo 9.2 mmdd. Slim es 8 veces más rico.
Los once o doce mexicanos de Forbes, son diez veces más riquillos que los 40 japoneses de la lista.
La concentración de la riqueza en México se debe a que el Estado Mexicano, es una empresa más de estos forbistas y de otros capitalistas que tienen que “bailar” al ritmo que estos ordenen.
Su riqueza es por su relación de dominio frente a la clase política, académica y mediática.
No por su inventiva emprendedora. Los japoneses brillan por registrar miles de patentes.
Los forbistas mexicanos, por su POBREZA.
No es porque los mexicanos sean poco imaginativos e innovadores. Sino que en las empresas transnacionales, cualquier mejora o invento, de sus empleados, automáticamente pasan a ser propiedad de la Firma.
Aquí entra en operación, el capitalismo neo imperial, que concentra y administra las patentes y que frenan, obstaculizan y combaten las ideas que no alienten el consumo compulsivo. De lo necesario y de lo inútil.
Por ello, los productos de buena calidad cada vez lo son menos, porque dentro de la calidad estaría la duración del producto y/o servicio.
Uno u otro, debe dar satisfacción por cierto tiempo, que no debe ser demasiado, para que se tenga que comprar de nuevo o cambiar por otro.
México es un país maquilador de productos y servicios, pero también de políticas económicas, políticas y sociales.
No produce lo que le conviene, sino lo que beneficia a otros.
En esto los forbistas mexicanos obtienen ganancias fabulosas pero al final, resultan simples peones del neoliberalismo mundial.
Son simples “burreros”, “coyotes” y “sicarios” de la estupidez “humana” del mercado.
Levantan su fortuna sobre una zona, altamente sísmica, de injusticia.