sábado, 16 de enero de 2010

La Dictadura Bancaria y el saqueo institucional permanente?




Testimonos

Por Cipriano Barreto Mendoza

Los que creyeron que después del Robaproa, los banqueros dejarían de saquear los bolsillos rotos de la mayoría de los mexicanos, satisfechos de los suculentos intereses que reciben por el rescate de la banca, es que no conocen la enorme capacidad de estos tiburones, para idear nuevas formas de saquearnos y también la discapacidad de los usuarios para desenmascarar y resistir los nuevos garlitos y trucos piramidales de que se valen estos genios de la usura y la estafa legal, pero completamente inmoral.
No hace mucho tiempo, en los bancos se podía abrir una cuenta de ahorros y los intereses que generaba, sin ser abundantes, no eran tan miserables cómo los actuales. Hoy, uno o dos por ciento anual (menos que la inflación oficial) es lo que llegan a generar pero, si esos mismos ahorros los prestan, los intereses que reclamará el banco para sí, sobre pasará más del 50 por ciento anual.
Los bancos encontraron, que por tus ahorros, en lugar de que te den el uno o dos por ciento (ganancia) pagues más de un 35% (pérdida). ¿Cómo consiguieron eso? Simplemente con una tarjeta de débito. El ahorrador deposita obligatoriamente mil pesos para abrir la cuenta y pagas una comisión por esa apertura, pero por cada retiro menor de esos mil pesos, habrá una comisión dependiendo del monto y habrá otra comisión por no tener mil pesos constantes en la cuenta y la comisión será mayor, entre mayor sea el diferencial entre tu saldo y los mil pesos fijos que debe tener. Si quieres un papel (comprobante) con tu saldo también habrá una comisión en tu contra y si deseas cancelar esa tarjeta, mal llamada de débito (cuándo debería denominarse tarjeta de ahorro o de hábito, o de haber) tienes que pagar una cantidad que es variable y dependiendo del banco emisor.
De no haber depositado tus mil pesos y de no recibir esa tarjeta a cambio, hubieras evitado todas estas comisiones que a final de cuentas te comerán, mínimo, un 35% de tu efectivo.
Algo parecido ocurre con las tarjetas de crédito, pero aquí el banco te presta dinero y sería justo que tuviese alguna ganancia pero no en los montos actuales que sobrepasan el 50% y llegan hasta el 80 o 90 %. No se te ocurra pagar el monto mínimo, porque entonces la deuda se convertirá en impagable.
La Banca, en últimas fechas, ha sido obligada a premiar al usuario cumplido, con menores tasa de interés, pues era obligado a pagar tasas mayores bajo el argumento de que tenían que cubrir el rezago de los incumplidos, es decir pagaban justos por pecadores, pero examinando las utilidades que obtienen a nivel mundial, son mayores que en sus países de origen, es decir que son abusivos en exceso porque ellos dictan sus “regulaciones” y el “gobierno” se lo permite. La dejadez de todos los sectores pero, particularmente de las autoridades, han dejado que los banqueros sean juez y parte en el monto de sus ganancias y de que se despachen con la cuchara grandísima.
Los bancos se han convertido en indispensables por los bajísimos ingresos que reciben los trabajadores, que tienen que recurrir a ellos para cubrir sus necesidades o para cubrir la imagen de status que exige el Sistema. El gobierno al no pagar los salarios constitucionales de Ley, encamina obligadamente a los trabajadores a endeudarse mediante préstamos directos o préstamos diferidos con las llamadas tarjetas de crédito por montos pactados.
El Sistema, al no pagar salarios constitucionales a los trabajadores, impide que las Pymes puedan desarrollarse y al poco tiempo, el “financiamiento” otorgado a ellas (ya sea con intereses bajos gubernamentales o los altísimos de los privados) las llevarán a su defunción.
Mientras no se tenga consumidores con ingresos a la mitad de los EUA, las Pymes tardarán más en nacer que en pasar a mejor vida. Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, ha señalado en cuanto foro se presenta, que las Pymes para que no mueran “necesitan financiamiento y poca regulación” pero le faltó añadir lo principal, que los consumidores que sean su mercado natural, tengan poder de compra, y esto no podrá ocurrir, si sus posibilidades como consumidor no pase del día a día.
La Banca en los últimos 6 sexenios, se ha enriquecido sin cumplir sus labor de financiar al sector productivo sino en el de convertirse en un socio forzoso que se lleva un 50% de las ganancias, más de lo que podría recibir un emprendedor y 10 veces más que el gobierno por impuestos. La banca es un parásito no sólo por las entregas impunes de recursos vía el Fobaproa, sino por todas las “pirámides” inventadas en su seno y que atrae a ingenuos con el señuelo de que tener una tarjeta es símbolo de estatus.
En los últimos anuncios de este sector, le asegura al usuario de tarjeta que no se preocupe de que tras el cajero automático se encuentre una delincuencia organizada que le vacie sus fondos, pues están protegidos por un seguro o una garantía pero ¿Quién protege al usuario, de los ladrones y timadores que son los propios banqueros?
La crisis mundial, que acosa a nuestros países tuvo varios anticipos en América Latina y en México se dio con las diversas crisis devaluatorias y bancarias, en que nuestras “autoridades” fueron manipuladas para favorecer tanto intereses foráneos como locales. Un ejemplo de estas desgracias, lo fue el llamado rescate de la banca conocido como el Fobaproa, que socializó las perdidas bancarias a la población pero privatizó las ganancias a los banqueros.

Tanto en México como en los EUA,
las crisis se dieron porque los banqueros utilizan dos criterios para conceder préstamos: Uno muy riguroso y estricto para el emprendedor común y otro para las empresas propias o asociadas alrededor del banco X.

Para estas últimas, se aflojaron todas las medidas y se concedieron préstamos sin las garantías necesarias y en la mayoría, sin ellas. El resultado es obvio, en el momento de la quiebra, la magnitud del fraude es tal, que pone en riesgo a toda la economía en general y el “gobierno” cae en la trampa y se ve obligado a rescatar a los defraudadores, inyectándoles recursos que pagarán, finalmente, los ciudadanos.
En ocasiones, hay pequeñas diferencias, pero que hay que mencionar: En los EUA en menos de un año, los bancos rescatados devuelven parte de la ayuda, porque el “gobierno’ tiene alguna participación en las administraciones y los accionistas quiere deshacerse de estas injerencias; en el caso de México, el “gobierno” se mantiene al margen sin intervenir en el Consejo de administración y sin corregir y/o castigar los errores y/o delitos cometidos y DESPUES DE 16 años aún se les sigue entregando recursos de la sociedad sin recibir a cambio beneficio alguno, por el contrario, los banqueros rescatados buscan métodos electrónicos, para seguir saqueándonos con tecnología de punta y con la complicidad del Sistema.
Obama en su discurso de Año Nuevo, señaló que los banqueros tendrán que devolver cada dólar que los contribuyentes les dieron para salvarlos. En México, después de 14 años del Robaproa, estamos entregando el 5% del PIB (16% en sus inicios, Zedillo confesó en Davos que fue 20% del PIB). La banca nos sigue saqueando por todos lados, a ciencia y complacencia de las “instituciones” controladas y manipuladas por los Poderes Fácticos, entre los cuáles, ésta es uno de sus carteles, de delincuencia organizada, más representativos y sin tirar un solo tiro. ¡Saqueo limpio e impune!