domingo, 20 de diciembre de 2009

La mejor Ley Migratoria: Salario Mínimo mundial. Testimonos

Por: Cipriano Barreto Mendoza en Testimonos


En la TV Española, presentaron el regreso de una migrante marroquí, residente en Madrid, a su Patria de nacimiento por las fiestas decembrinas y a una pregunta de la reportera, sobre las oleadas de africanos tratando de llegar a las costas europeas, respondió que “la migración ilegal se acabaría, si en los países expulsores se pagaran los salarios que se otorgan en la zona europea”.
En diversos Testimonos, hemos planteado esta misma idea, pues creemos que el mantener salarios mínimos, en los países “emergentes”, varias veces por debajo de los países del Mercomún, no es por su situación económica sino por una decisión de una mentalidad colonialista que no acaba de ver a nuestros países como iguales, sino que nos dan un trato de servidumbre a los que se les retribuye su trabajo (o las materias primas) muy por debajo de su valor real.
Los países ricos lo son, en parte, por su capacidad de producción y de tecnología pero mayoritariamente por una discriminación en el trato político, económico y social, con los países “emergentes”. Este título fue producto de la diplomacia de sus élites quiénes primero nos calificaron de tercermundistas, después subdesarrollados, luego en desarrollo y más recientemente, en “emergentes”. El título ha evolucionado pero no el salario mínimo con el que pagan la mano de obra y menos las materias primas que importan a sus países o a las que les dan un valor agregado en los nuestros.
Los EUA, para poner un ejemplo cercano, cuando las trece colonias formaban parte de la Corona Británica, estaban condenadas a ser la “granja” de los ingleses: proveedores de mano de obra y de materias primas baratas mientras que el Imperio insular se autonombraba como la “fábrica” de la colonia americana: venderían al precio que quisieran los productos manufacturados, con las materias primas subcompradas y prohibirían que las trece colonias le dieran algún valor agregado a las mismas.
La situación era tan absurda que se prohibía que los colonos americanos fabricaran sus propios implementos de labranza y de cosecha, pues tenían que importarse de Inglaterra porque se prohibían las fundidoras y laminadoras. El colmo es que, hasta el té, tenía que importarse de Inglaterra.
Pedir que se pagarán los mismos salarios mínimos en todo el mundo, sería lo ideal pero la realidad es que sí hay condiciones económicas que no permiten, por el momento, esta igualdad salarial pero si existen las condiciones, para que los salarios mínimos (SSMM) de los países “emergentes” sean un porcentaje de los (SSMM) de los países ricos.
Para poner un ejemplo, la relación entre salarios mínimos entre México y EUA, debería de ser la mitad de nuestros vecinos; Uno a dos. Si en EUA fuese de 7.25 dólares la hora, en México debería de estar por los 4 dólares. Esta cantidad está basada en el producto per cápita en uno y otro: $ l2,500 en el primero y $45,000 en el segundo.
Estas cifras están tomadas del Compendio Mundial 2009 editado por Televisa y corresponden a datos de 2007.
El monto de un Salario Mínimo Global o Mundial podría hacerse obligatorio para impedir el flujo migratorio hacia los países ricos pues el diferencial es tan alto de un país “emergente” con áquellos, que provoca esta avalancha humana. Con un Salario Mínimo Global, también se frenaría la fuga de capitales de los países ricos y aún de los “emergentes” hacía los más pobres entre los pobres e incluso, de los misérrimos, hacia los ricos y muy ricos, cómo es más frecuente. Los pobres siempre han subsidiado a los ricos, cómo se ha demostrado hasta la saciedad.
Un Salario Mínimo Mundial o Global de $4 dólares la hora, sería un freno a la expulsión humana provocada por los salarios de esclavitud que se ‘pagan” en nuestros países “emergentes” y sería una solución, de pasada, a terminar con el chantaje de que se apruebe una “enchilada completa” en los Congresos de los países ricos mientras explotan la mano de obra aquí, convirtiendo a nuestros connacionales en extranjeros en su propia tierra. Obama debería plantear esta alternativa de solución para frenar la migración ilegal pero también, para evitar la fuga de capitales y de empleos de su país a los nuestros pues ya no resultaría tan macro ventajoso para ellos las ganancias y la posibilidad de saltarse las trancas en materia de contaminación ambiental.