viernes, 5 de marzo de 2010

Diferencia salarial entre hombres y mujeres: Desigualdad criminal entre países ricos y "emergentes".


Testimonos: Blog. El Comentario Político Económico.

Por: Cipriano Barreto Mendoza

En marzo se conmemora el día internacional de la mujer y uno de los asuntos pendientes, lo es la diferencia salarial entre los hombres y las mujeres. Este rango se sitúa entre un 15 a 30% en las economías avanzadas y con influencia del dólar y el euro.
Esta discriminación es muy grave y se pone en evidencia en cuánto foro es posible y con justificada razón, pero se ignora y se oculta la desigualdad criminal y hasta genocida, en los montos salariales entre los países ricos y los ‘emergentes”.

Las diferencias salariales ente el hombre y la mujer van desde una sexta hasta la tercera parte, entre un género y otro y no hay justificación posible pero, la desigualdad salarial entre los países ricos y los “emergentes” raya en la esclavitud en pleno siglo XXI pero disfrazada con el desembolso de un ‘salario”.
La diferencia entre el hombre y la mujer se mide en un porcentaje del salario del varón, pero la desigualdad entre los ricos y los emergentes, está valuado en decenas de salarios entre unos y otros.
En números diría que, si el salario de un hombre fuera de 100 pesos, con la discriminación salarial, la mujer, recibiría entre 70 y 85 pesos. (30 y 15 pesos menos) mientras que si un salario en un país rico es de 100 en uno emergente estaría entre 5 y 10. (Veinte y diez veces menos).

Estos números, ponen al descubierto que, si es discriminatoria la retribución salarial entre el hombre y la mujer, la desigualdad entre los países ricos y los “emergentes” raya en la esclavitud salarial, que no tiene ninguna explicación económica Y MENOS JUSTIFICACIÓN.
Sin embargo, pese a lo evidente, las denuncias y reclamos sobre esto último brillan por su ausencia, y las generaciones del NO, cómo las del SI, hacen mutis sobre esta criminal y genocida práctica del neoliberalismo en el pago diferenciado, a trabajos iguales, entre hombres y mujeres y multiplicado varias veces entre países ricos y “emergentes”.