domingo, 24 de mayo de 2009

La Reforma Fiscal: ¿IVA a alimentos y medicinas?


(24/mayo/2009)

Con la crisis económica y la sanitaria
, la caída de ingresos está preocupando a los funcionarios y a los políticos al grado de pensar, que es el momento de hacer una verdadera reforma fiscal, que incluya el IVA en alimentos y medicinas. En lo personal creo que es una medida razonable, siempre y cuando se cumpla antes con: 1º. Frenar y revertir la concentración del Ingreso y 2º. Elevar los sueldos y salarios a la mitad de los mismos, en los EUA.
No hacer esto, antes de aplicar el IVA en alimentos y medicinas, haría que el impuesto se cargara sobre las espaldas de los trabajadores y empleados de baja remuneración, ¡cómo lo ha sido, todo impuesto fiscal desde hace 40 años, pese a que se diga que se procurará una canasta básica, en alimentos y medicinas, sin ese gravamen!
Hasta el momento, ningún funcionario o político, cómo ha ocurrido desde hace 40 años, ha planteado lo anterior, pues hay una conspiración generalizada para tener una epidemia de amnesia, respecto a la mejora del salario de los trabajadores y que, en buena parte, es la culpable de que no se mejore el Mercado Interno y por ende, que también, no se incremente la recaudación de impuestos.
En México, desde hace 40 años, se han seguido las recetas fondistas y del Banco Mundial, que castigan los salarios y que maquillan la inflación, en beneficio de una minoría que concentra la riqueza en unas cuantas manos. En Testimonos anteriores he insistido en que, permitir esta concentración, es en buena parte responsable de toda clase de crisis que nos han golpeado, una y otra vez, por continuar emperrados en seguir un camino que esta probadísimo (40 años lo prueban) que sólo lleva a sufrir, una catástrofe tras otra.
México tiene los recursos para mejorar sustancialmente los ingresos de los trabajadores, por lo menos en la mitad del ingreso en EUA. El PIB per cápita, según el Almanaque Mundial 2009, que edita Televisa, es de l2 mil dólares anuales, mil dólares mensuales; l2 mil pesos mensuales; 400 pesos diarios sería el salario mínimo del trabajador mexicano que sería un poco más de la mitad del salario mínimo (SM) del obrero estadounidense. (780 pesos diarios=60 d).
Un SM de 400 pesos diarios, aumentaría siete veces el SM actual de $57 al día, que aumentaría el poder de compra ¡extraordinariamente! aumentando en esa proporción el mercado interno y por consecuencia, la captación del IVA generalizado. (Incluyendo el IVA en alimentos y medicinas).
El riesgo latente de esta medida, sería que se disparara la inflación siete veces pero, los productos, bienes y servicios (PByS) ya tienen un techo pues el FMI ya subió los PByS a los precios internacionales (desde hace 20 años) y no tendrían pretexto los empresarios y las autoridades para disparar sus costos. Entiendo que esta solución parece simplista pero más simplista es la solución que pretenden los especialistas, académicos e intelectuales del campo económico, que son las mismas recetas que nos han llevado, una y otra vez, a una crisis tras otra.
Los doctorados en economía, plantean que para salir de la caída en los ingresos del gobierno, se recurra a: 1º. Endeudarse, 2º. Recortar el gasto y 3º. Aumentar impuestos. Estas salidas ya las hemos aplicados en nuestro país y así nos ha ido, particularmente con el endeudamiento que sería el peor de los recursos y es el que buscan todos los fondistas cómo el secretario de Hacienda, Carstens pues estos funcionarios, no son más que simples cabilderos de la Banca internacional, que ven en la deuda externa una panacea que, en los hechos, es una cadena al cuello (en el peor de los casos) y un socio no deseado, en el menor de los males, para el solicitante del préstamo.
La peor de la soluciones, es la que está circulando entre la clase gobernante que sería la de simplemente imponer el IVA a alimentos y medicinas sin antes revertir la concentración del ingreso en unas cuantas manos (116 individuos y/o 500 familias). Un ejemplo simple de la concentración de la riqueza está en que el SM de un diputado es de 5 mil pesos y el de un trabajador, de 57 pesos.
Revertir la concentración del ingreso, significaría gravar las grandes y grandísimas utilidades de los acaparadores del PIB (20% controlan el 70%) y que no pagan los impuestos que deberían pagar, según los estándares internacionales descansando el gasto público en Pemex. De hecho, México desde hace 50 años debió de destinar la renta petrolera, para saldar sus deudas con los pobres e indígenas y el Presupuesto Nacional debió de programarlo con una Reforma Fiscal basada en la producción del resto del País. ¡México debió basar su Presupuesto Anual, con la Producción Nacional olvidando los ingresos petroleros!
La realidad es que se toleró la concentración del ingreso desde la Presidencia de la República y del resto de la instituciones y en vez de gravar las extremas ganancias logradas a base de la sobre explotación de las mayorías, se utilizó el petróleo como el substituto de los impuestos al gran empresariado local e internacional.
¡Pemex, pagó los gravámenes que debían pagar, las transnacionales!
¡Los bajos salarios a los trabajadores, representaron un subsidio para la IP!
¡La baja recaudación fiscal, fue un autosacrificio de las Finanzas Nacionales para beneficiar, en demasía, a la gran empresa “nacional y extranjera en contra de la pequeña y mediana empresa (PYMES) precisamente la que emplea al 80% de la mano de obra!