lunes, 17 de agosto de 2009

El retorno del PRI: Resignación; Síndrome de la mujer golpeada; Cinismo?

(l9/julio/2009)


Los resultados de las pasadas elecciones intermedias del 5 de julio, han desatado una serie de comentarios y análisis que podemos resumir en tres líneas fundamentales y que van desde: 1º- La resignación: El PRI era el menos malo. 2º- El síndrome de la mujer golpeada: Abuso, perdón, abuso entre el PRI y los electores que optaron por sus colores y aliados y finalmente. 3º- El cinismo de ¡que se vayan los tontejos y que regresen los corruptos!
La primera y la última corriente no necesitan mayor explicación y la intermedia es la que despierta un interés especial en comentarlo, pues es la que, en lo personal, refleja el estatus que tenemos como sociedad pero que carece de ciudadanos, aunque tenga 70 millones de electores.
El síndrome de la mujer golpeada, lo explica muy bien Ricardo Alemán en su Itinerario Político (15-VII-09) publicado en Líder Informativo pero que describe la relación de abuso-perdón-abuso, existente entre el PRD y AMLO.
A mi juicio, esta situación de abuso-perdón-abuso, también se da entre el PRI (y sus aliados) y el voto duro de sus seguidores. Aunque es un dicho común que “todos llevamos un priísta dentro”, la realidad es que esto es una exageración para las nuevas generaciones y para algunos de la vieja guardia, es una falta de respeto, pues nunca comulgaron con las ruedas de molino del ogro, aunque si tuvieron que digerir la calculada filantropía del monstruo.
Coincido por completo con Ricardo Alemán, en su columna sobre la relación de abuso-perdón-abuso, entre el PRD y AMLO pero me parece más grave, la situación de abuso-perdón-abuso que el voto de los priístas le dio a la clase política del PRI, pues la mayoría que tiene en la Cámara de Diputados (con su aliados del Verde seudo ecologista) puede traer mayor violencia, no sólo a sus electores, sino a toda la Sociedad votante y abstencionista, por la posibilidad real (no automática) de alcanzar el Poder Ejecutivo en el 2012 pero con la misma actitud (mostrada y presente en los últimos casi nueve años de alternancia panista) sin plantear los cambios necesarios y obligados para tener un País no fallido, ni en vías de estarlo.
Esto no quiere decir que el PRI no pueda cambiar, de hecho lo hizo con su actitud conciliadora entre los gobernadores, el CEN del PRI y los líderes de las Cámaras del Congreso. Este pacto de no agresión, fue en buena parte, lo que llevo a los indecisos a votar por las siglas del tricolor pero también, que la sed de venganza, hiciera que otro sector de indecisos votaran por la pena de muerte que demandaba el Verde.
El PRI, puede cambiar, es cierto pero ¿para mejorar o empeorar? ¿Por qué esperó casi nueve años para decir que hará propuestas y/o legislará a favor de las mayorías? Durante todo el gobierno de Fox y en los que va del desastre de Calderón, el PRI, en su conjunto, ha nadado de muertito, no ha propuesto iniciativas de mejoramiento social y económico para la mitad de la población que está en la pobreza y en la desesperanza, que es la peor consejera.
En estos casi nueve años, el PRI ha sido, en los hechos, el escudero institucional que ha legalizado la privatización, la subrogación de la economía a los intereses de la dictadura del mercado, del capitalismo salvaje y sin Patria, de la globalización de lo peor del liberalismo. ¡No de lo mejor y mucho, que también tiene!
El PRI, al igual que el PRD y el PAN, están aparentemente conformes con tener a medio México dentro de estándares de bienestar y hasta de lujo y confort pero ¿y la otra mitad? Este otro medio México también come. También quiere un bienestar modesto, quiere empleos y sueldos que cumplan con la Constitución. Quiere que ya no le suelten rollos ni promesas.¡Quiere amor con hechos sociales y económicos hoy, hoy, hoy y no bofetadas de oratoria ni paraísos a largo plazo! ¡Ya no quiere ese amor enfermizo de abuso-perdón-abuso de los últimos sexenios neoliberales priístas!
El PRI puede cambiar, es cierto y lo repetimos, pero DEBE y puede cambiar para revertir la criminal y salvaje concentración del ingreso (20% acapara el 70% del PIB) y DEBE y puede hacer cumplir la promesa, 40 años violada, de Salarios Constitucionales. No debe permitirse el robo y el secuestro de los ingresos de los trabajadores, con el cuento “económico” del salario mínimo, con los precios internacionales de bienes y servicios, con una inflación maquillada al gusto de los vendedores, con impuestos fiscales que sólo pagan los de abajo y/o Pemex y que evaden, de mil formas, los magnates de la cúpula. ¡Este capitalismo salvaje debe terminar, ya! ¡No se debe esperar hasta el 2012, para esa fecha, existe la posibilidad real de que no tengamos un país para mejorar!
El mantener los ingresos de la mayorías, ¡Quince veces por abajo de los EUA! es lo que impide que surja un Mercado Interno vigoroso que, a la vez, genere una recaudación suficiente al gobierno. Con salarios, equivalentes a la mitad de nuestros vecinos, crecerá nuestra economía nacional y se podrá aplicar la Reforma Fiscal del IVA generalizado, incluyendo IVA a alimentos y medicinas pero siempre y cuándo las grandes transnacionales (foráneas y nacionales) paguen los impuestos que pagan sus iguales en los países de Primer Mundo para que dejen de exprimir a Pemex.
El PRI, no debe esperar al 2012 para demostrar que ha cambiado a favor de la gente, debe hacerlo, ¡desde hace nueve años!