sábado, 28 de marzo de 2009

La Banca “Mexicana”: Moderna “Tienda de Raya”




(22/marzo/2009)



La Banca en México, debería ser una institución, un instrumento del y para el desarrollo del país, pero en vez de ello, se ha convertido en un medio de crecimiento de la riqueza pero también de la concentración de la misma en un grupo muy limitado de la población. (10% acapara el 55% del PIB).

Al final del sexenio de José López Portillo, durante su último Informe Presidencial y dando golpes en el atril, anunció la estatización de la Banca que estaba en manos de accionistas mexicanos pero que, a juicio del gobernante, habían actuado en contra de los intereses nacionales. La frase que remató el decreto fue: “¡Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear!”. Con esta decisión, quería responsabilizar a los banqueros de una serie de tejes y manejes, urdidos por los EUA, para entramparnos y obtener petróleo, nuestro petróleo gratis y además dejarnos una deuda externa que les garantizara la provisión futura del codiciado energético.

La trampa es muy simple y el Imperio la utiliza con tal frecuencia que ya debería ser más que obvia, pero que sin embargo los gobiernos de los países “emergentes”, suelen caer una y otra vez. En los años setentas, se publicita que el mayor consumidor de petróleo tiene una crisis de oferta de los productores y abastecedores y los precios se disparan hasta siete veces. Esta alza extraordinaria, despierta la esperanza de que este recurso ¡Por fin! Sirva no sólo para crecer, sino para desarrollarse y resolver los problemas pendientes, algunos cómo la deuda que se tiene con los indígenas, que lleva más de 500 años pendiente.

La Banca internacional, duplica o triplica el costo de los préstamos a los gobiernos para que produzcan el energético pero éstos consideran que el alto precio (siete veces más) todavía les permiten el gravoso endeudamiento y que aún en esas condiciones, habrá tal cantidad de ganancias que “habría que aprender a administrar la abundancia”.

Una vez que la producción está en marcha, en lugar de recibir los suculentos precios internacionales, los gobiernos se encuentran con la tragedia de que la ganancia se convierte en un triste dólar por barril de crudo y para colmo, que la Banca “nacional” al mismo tiempo que llegaban los préstamos foráneos, en igual proporción se fugaban las divisas depositadas dejando a los gobiernos sin recursos para responder a los vencimientos de la deuda. Ante esta falta de liquidez en moneda extranjera, se expropiaron los depósitos de los pequeños ahorradores en dólares, que se los convirtieron en pesos.

La Banca “nacional” fue un simple “chivo expiatorio” de esta trampa maquinada por el Imperio y su responsabilidad fue que no alertaron a las autoridades de todos los riesgos de esta operación financiera, porque estaban más interesados en captar el ahorro de los mexicanos para fortalecer a sus grupos empresariales creados alrededor de cada Banco en particular constituyendo feudos bien identificados y negando préstamos a los emprendedores independientes.

Esta trampa, se puso en marcha el año pasado, incrementando el precio del barril de crudo en casi tres veces, para que fuera negocio la extracción del energético en aguas profundas, afortunadamente y gracias en parte al “nacionalismo trasnochado” de AMLO y de otros sectores que no creen que la soberanía de un país es un principio ya rebasado, no se firmaron contratos ni nos embarcamos en préstamos onerosos, pues de haberlo hecho, la caída de los precios que se dio, casi a la vuelta de la esquina, hubiera multiplicado los daños que de por sí, dejaran esta crisis global hipotecaria y financiera que tiene origen en los mecanismos bancarios que son auténticos crímenes institucionales, que saquean los pocos y escasos recursos de sectores de la clase media alta y de la aspirante a serlo.

La Banca internacional, se ha convertido en una auténtica “Tienda de Raya” que no está cumpliendo con una función social que, aunque no fue ese el propósito con la que se creó, sino la usura y el despojo, los gobiernos liberales la acotaron y le dieron un cause social y de desarrollo, que trastocó el capitalismo salvaje del neoliberalismo, volviendo a sus raíces originales de usura y de saqueo pero ahora, extremas y multiplicadas.

La Banca neoliberal se ha convertido en un freno al desarrollo, entendiendo éste cómo una distribución de la riqueza y de las oportunidades para todo ser humano y su entorno. Lo que tenemos en cambio, es una concentración criminal de la riqueza con más de la mitad de la población en extrema pobreza. El Siglo XXI en lugar de anunciar una Epoca de Luces y de Humanismo, está anticipando un Oscurantismo que debería denunciarse por todos los medios y en todos los tonos y un botón de muestra de este retroceso, está perfectamente bien dibujado en el comportamiento de los actuales banqueros, que utilizan los intereses y las comisiones, cómo armas de destrucción masiva que dejan muy acotadas y disminuidas, a la usura y al saqueo a la “antigüita”.

Las extorsiones que por vía de las telecomunicaciones, practica la delincuencia organizada, también las instituciones bancarias la ejercitan a plenitud para amenazar a la población y a los individuos de que pasen a recoger un plástico (que no han pedido) pues de no hacerlo, se les incluirá en el Buró de Crédito, quedando excluidos de futuros préstamos y con una mancha en su expediente financiero???

Bajo esta amenaza, la víctima al recoger la tarjeta de crédito, automáticamente adquiere una deuda de por lo menos mil pesos anuales, por la simple tenencia del mentado plástico (no solicitado) que multiplicado por 35 millones que circulan en el mercado, el saqueo al patrimonio de los mexicanos, significaría 35 mil millones de pesos. Este robo al despoblado, sería sólo por conservar el plástico, pero si le damos un uso regular, por cada movimiento puede tener un cargo, que aunque puede ser variado y en ocasiones mínimo, hay que recordar, que de grano en grano, llena la gallina el buche.

La Banca neoliberal, es una muestra del crimen institucionalizado, por el capitalismo salvaje que ha causado más tragedias y víctimas que la delincuencia organizada. La crisis global tiene como principal responsable al banquero y/o financiero, que con la complicidad y complacencia del Sistema (gobierno e instituciones) terminan de saquear los escasos o limitados ingresos de la mayoría de la población.