domingo, 29 de marzo de 2009

El PRI “olvida” la novena “ERRE”: Revertir la concentración del ingreso.




(29/marzo/2009)


Legisladores y dirigentes han utilizado el 80 aniversario del tricolor, para iniciar su precampaña rumbo al 2012, lanzando el paquete de reformas constitucionales denominado “Ocho erres del PRI”, con ello, “el partido pretende salir del inmovilismo… y entrar a temas de fondo que den viabilidad a nuestra vida democrática”.

Estas ocho erres, han sido discutidas en sexenios anteriores y algunas tienen más de 20 años en su planteamiento, pero han sido dejadas de lado por los intereses partidistas o muy particulares en pro y en contra de algunos pre y/o candidatos presidenciales que pretendían acotar o fortalecer el mandato del ejecutivo, según fuese la decisión electoral.

Las “Ocho erres del PRI” plantean las siguientes reformas: 1. Ratificación del gabinete, 2. Reducción del congreso, 3. Reelección legislativa y municipal, 4. Reorganización del gobierno federal, 5. Referéndum en reformas constitucionales, 6. Revocación de mandato, 7. Rendición de cuentas, 8. Regulación Económica moderna. El paquete se complementa con una propuesta de reformas a la “política social de estado”, para acabar con el uso y abuso del dinero público con fines electorales y un plan de “crecimiento con equidad”, que no es otra cosa que un agresivo programa de inversión.

Las seis primeras erres son mayoritariamente político partidarias y sólo las últimas dos (junto con la propuesta “social” y el plan de “crecimiento con equidad”) se ocupan de lo que fundamentalmente preocupa a los ciudadanos. La crisis económica social que padece la mitad de la población y particularmente los sectores más desprotegidos, se menciona, pero no de una manera prioritaria sino como una causal más. La explicación que darían algunos analistas es que los políticos, son eso, políticos y son poco duchos en cuestiones sociales y económicas pero vemos que no es así, cuando revisamos en qué condiciones llegaron a la política y cuáles son sus actuales condiciones económico sociales en que se encuentran, aun cuando el tiempo de su participación “política” haya sido muy breve.

El ex presidente Clinton, en una frase célebre lo resumió: “Es la economía, estúpidos!” Este paquete de reformas constitucionales, las “Ocho erres del PRI” son en el mejor de los casos, una sonora pirotecnia para simular que se está trabajando y en el peor, una cortina de humo para ocultar, pero fundamentalmente, para perpetuar la concentración del ingreso y así incrementar, criminalmente, el abismo entre los que tienen todo y los que sólo tienen, la carencia de todo.

La intención de este paquete no es ir al fondo de la extrema injusticia que se da en nuestra sociedad y a partir de ahí, hacer lo que sea necesario para revertir los males extremos que padecemos, algunos que tienen más de 500 años de agredir a los indígenas y otros que son más recientes, pero no menos criminales, la congelación de los salarios de los trabajadores y el desplome de los mismos ¡en los últimos 30 años y acentuado en los meses recientes!

Con la devaluación de un 50% de nuestro peso, ni por accidente en este paquete de las ocho erres del PRI, se menciona acercar los ingresos de los mexicanos con los ingresos de nuestros “socios” comerciales. El abismo salarial, que en el 2008 era de diez a uno, con la devaluación, será de ¡quince a uno!

En la frontera, nos damos cuenta cómo el consumidor local es desplazado por el poder adquisitivo del visitante del otro lado, que de la noche a la mañana, descubre que su moneda da un salto enorme, sin merecerlo, pues la delincuencia institucional de su sector inmobiliario y financiero, provocó un “Estado fallido” en su economía, que este año andará por el orden del 3 negativo. Los mexicanos, sin ser responsables de esta ejecución y descabezamiento económico financiero en los EU, tenemos que pagar con más inflación, que nuestros legisladores y dirigentes del PRI, tan diestros para jugar el dedo en la boca de los electores, ¡No mencionan en lo más mínimo! y se hacen que la virgen les habla y no ponen los pies en la tierra y menos, se colocan en los zapatos de los que nada tienen, sólo se pondrán los de sus pares, que al igual que los legisladores, ganan más de $5,000 diarios.

Los priistas, con este paquete de las ocho erres, sólo pretenden dar atole con el dedo, y sólo faltaría que para completar el escenario del engaño y para estar a tono con la Secretaria de Estado de los EU, se den golpes de pecho y acepten tener parte de culpa no sólo en el problema del narcotráfico (como la tiene el sistema en su conjunto) sino fundamentalmente, en la extrema y criminal concentración del ingreso (20% controla el 70% del PIB) que es el caldo de cultivo que hace posible que todos los males se den, que crezcan y que hoy, hoy, hoy, den los negrísimos frutos de una cosecha previsible desde la siembra de la injusticia en la política, pero fundamentalmente en la cuestión social y económica.

La novena “erre”: Revertir la concentración del ingreso debería ser el asunto central a resolver por el PRI y sólo con ello, podrán alcanzar la décima “erre”: Refundar en los hechos al tricolor, pues al igual que con la señora Clinton, obras son amores y no buenas “Mea Culpas”.