sábado, 25 de julio de 2009

Rápido y furioso...Testimonos: Ganan los políticos y ?Cuándo los Electores? (le/julio/2009)


(12/julio/2009) Ganan los políticos y ?cuándo los electores?Testimonos:Rápido y furioso(12/julio/2009)
Testimonos
Ganan los políticos y ¿Cuándo los electores?
En Testimonos anteriores anticipamos que después de las elecciones intermedias, el peso se devaluaría, pues su relativa paridad entre l3.20 y l3 .30 por dólar se estaba sosteniendo a base de cientos de millones de billetes verdes (puestos en subasta) que rondan por la cantidad de 30 mil millones de dólares.
Con esta cantidad, se pudo haber invertido un millón de dólares en 30 mil comunidades del país para dotar de servicios de agua potable, drenaje y alcantarillado; reparar o construir caminos; mejorar escuelas o centros de salud; electrificar áreas productivas o crear micro o pequeñas empresas que den trabajo a sus pobladores y que elaboren productos para el autoconsumo en sus inicios, pero con la mira puesta en que en poco tiempo, se conviertan en proveedores regionales.
En lugar de ello, los 30 mil millones de dólares, sólo sirvieron para dar una estabilidad electorera a nuestra moneda y un financiamiento subsidiado a los sectores que pueden comprar esos volúmenes de divisas sin poder conocer su destino final. Las elecciones, en nuestro país son un freno a las iniciativas que no tengan que ver con el proceso electoral, pues aún los presupuestos ya etiquetados para aplicarse dentro de la economía, sufren un freno en su ejecución o de plano se congelan en espera de que finalice el ejercicio fiscal y entonces, esos recursos (no invertidos) vayan a parar a fideicomisos que tiempo después faciliten su desaparición total o parcial.
Estas “fugas”, las autoridades de Hacienda las piensan cubrir con más préstamos, nuevos impuestos y contraer el gasto. De hecho, el gobierno ya nos endeudó con las famosas líneas abiertas de crédito con el FMI y con la FED, que nunca pagan las minorías, sino las mayorías empobrecidas, que nunca llegan a ver o a gastar un solo dólar, pero que si pagan, con más pobreza y marginación.
Estos préstamos los manejan las minorías, aumentando la concentración de la riqueza y no es raro, que finalmente terminen depositados en bancos “buenos” o en paraísos fiscales sin que dejen algún beneficio a los sectores con extremas carencias.
La aplicación de nuevos impuestos, es un espejo de lo anterior, pues finalmente, los que terminan pagándolos, son los grupos que no pueden trasladar ese impuesto a otro sector, pues lo que venden es su fuerza de trabajo y el salario de la gran mayoría empleada, por su monto, constituye un ejemplo de crimen de Estado.
Sobre el recorte al gasto, lo que frecuentemente ocurre, es que sea “puro jarabe de pico” y si en verdad lo hay, es sobre los recursos destinados a aminorar las necesidades de los marginados. La solución, lo hemos repetido, está en limitar las utilidades y no la inversión en la mano de obra, en la capacitación, en la educación y en la investigación.
En esta crisis, que llegó de afuera, pero que nosotros la hemos acrecentado por nuestras crisis autóctonas, le agregamos el ingrediente extra de los despidos de personal, aprovechando la coyuntura de la crisis. Después de haber tenido cinco o diez años de ganancias, pero que nunca reinvirtieron en dónde las ganaron sino que se fugaron o las tienen en paraísos fiscales, o las “invirtieron” en países explotables.
Las empresas, seguramente tuvieron años buenos, pues si no fuera así, ya no estuvieran en el negocio, y pueden aguantar uno o dos malos, sin mandar a la calle a sus trabajadores. La mayoría de las veces, tienen buenas ganancias, no espectaculares pero si razonablemente cómo para mantener su plantilla y en vez de hacerlo, aprovechan la crisis como pretexto, para despedir a empleados que les dieron ganancias a manos llenas, y si no fue por la comercialización del producto, si por los bajos (criminales) sueldos y salarios que se pagan en México. ¡Quince veces menor que en los EUA!.